La máxima leyenda del boxeo en México nos abrió su corazón para expresar sus sentimientos y describirnos su filosofía de vida, la forma en que obtiene esa fortaleza física y espiritual que proyecta a pesar de las más duras adversidades.
Culiacán, Sin.- En esta ocasión Fuentes Fidedignas trae para usted amigo lector una entrevista exclusiva con la máxima leyenda del boxeo en México, Julio César Chávez González.
El pugilista quien nos recibió en su gimnasio, ubicado en pleno corazón del barrio ferrocarrilero donde pasó su infancia y su juventud en Culiacán. En ese refugio para el boxeo, cerca de las vías del ferrocarril, a unos metros de la casa donde vivían sus padres el gran campeón mexicano comparte sus conocimientos con los niños y los púgiles más jóvenes.
En ese lugar, a un costado del ring, nos abrió su corazón para expresar sus sentimientos y describirnos su filosofía de vida, la forma en que obtiene esa fortaleza física y espiritual que proyecta a pesar de las más duras adversidades.
En esta entrevista nos confiesa que el boxeo ya no es su prioridad sino salvar la vida de su hijo Julio, atrapado en la adicción de unas pastillas, además que no piensa en la política sino en ayudar a la gente y mantenerse lejos de las adicciones, como lo ha hecho durante los últimos 14 años.
Acá la transcripción de la entrevista:
Con el gusto de estar con la leyenda, con Julio César Chávez. Campeón, gracias por la entrevista. Después de tus triunfos y tus derrotas, ¿En qué sueñas?
¿En qué sueño? Pues como todo padre sueño en que mis hijos estén bien. Uno como padre siempre quiere que los hijos no sufran, que no se golpeen, que no se caigan, pero la vida a veces nos da éxitos y tropiezos.
Mi prioridad ahorita es que mi hijo Julio esté bien, que salve su vida, que recupere su salud. Ya el boxeo no es prioridad: es su salud, porque desafortunadamente no ha podido o no ha querido dar ese paso que di yo.
También tuve muchos problemas de adicción, fueron muchos años, pero afortunadamente el día de hoy todo mundo sabe que tengo clínicas en adicciones y que hace 14 años estoy limpio, ayudando a mucha gente que tienen un problema que yo tuve.
Y esa era la frustración y el enojo mío: no poder ayudar a mi hijo porque las leyes de Estados Unidos son muy diferentes a las de México.
Ya había ido cuatro veces por él a Los Ángeles a traérmelo a como pudiera pero el adicto es muy listo para muchas cosas, pero como decimos vulgarmente muy pendejo para otras cosas y me tenía restringido porque sabía que iba a ir por él.
Fue un año muy difícil porque ya me tenía restringido. Pero sucedió este suceso donde lo detuvo la policía porque tenía un arma fantasma, por los mismos que le llevaban las pastillas.
Mi hijo Julio no se droga con otra cosa más que con pastillas, pero son unas pastillas para bajar de peso muy adictivas y si te tomas 10-40 pastillas al día no duermes y al tercer día el cerebro se te inflama y empiezas psicótico a ver moros con tranchete: que tu mujer te engaña, que esto, que el otro, puras pendejadas.
Entonces se volvió un círculo vicioso de parte de mi hijo Julio y en cierta parte me siento culpable porque lo tuve en la clínica y por darle la oportunidad, porque lo miraba dos meses bien y me decía: papá, me convencía y salía antes de tiempo y otra vez lo mismo.
Se hizo un círculo vicioso y me siento un poco culpable pero a la vez digo: él ya es adulto, tiene sus hijos, pero ahí va. Gracias a Dios pasó esto que sí nos dolió a todos, pero ahí va.
Campeón, eres una persona admirable no solo por tus logros boxísticos sino a nivel personal por esos 14 años limpio, pues no cualquiera. Imagino que ha habido tropiezos porque las tentaciones están a flor de piel en el día a día con todo respeto, con esa vida loca tan disipada, tantas mujeres, tantos excesos ¿No ha habido un momento en que de repente te vuelva a llamar la tentación?
Sí cómo no, ha sido muy difícil para mí la adicción de Julio y mi hijo me ha traído de cabeza. La cosa más fácil para mí sería evadirme de todo lo que estoy sintiendo e irme a drogar y a tomar pero no, gracias a Dios. Mis clínicas me han dado mucha fortaleza para no volver para atrás. No, Dios mío. Solo por hoy no.
Sobre las clínicas, ¿hay becas para ayudar a la gente?
Sí, ayudo a mucha gente. Mis clínicas se llaman “Baja del Sol”. Hay una donde era la casa donde vivía, la hice casa de vida. Tenemos dos clínicas en Culiacán y dos en Tijuana.
Ayudamos a mucha gente que no tiene los medios. Acuérdate que una clínica no se mantiene sola. En una clínica tenemos psicólogos, psiquiatras, doctores, consultores, consultoras, tenemos un equipo especializado. Ahí duermen, desayunan, comen y cenan.
Una clínica puede ser cara en Estados Unidos pero nosotros tenemos un precio accesible y aparte beco a mucha gente.
Como usted sabe Julio, hay anexos que no cumplen las reglas, que hay maltrato físico, que abusan de la familia, o muchos ponen clínicas para ganar no para salvar vidas, no creo que sea el caso.
No, gracias a Dios.
¿De qué vive?
Económicamente estoy muy bien gracias a Dios, pero sobre todo estoy muy bien físicamente. Trabajo mucho, gracias a Dios, honestamente no tengo necesidad de trabajar pero lo hago por mi recuperación. Doy pláticas de motivación y tengo muchos proyectos donde me va bien, pero mi prioridad es ayudar a la gente.
Se ve entero, ¿Cómo le hace?
Tengo el hábito de entrenar todos los días. Ahorita traigo tres sudaderas. Toda la vida me ha gustado, el Box ha sido mi pasión y me gusta entrenar a diario para sacar todo ese mal que agarramos durante el día. Entonces lo saco entrenando sea domingo o cualquier día. Cuando voy a viajar lo primero que hago es agarrar mis guantes y mi ropa de correr.
Hay muchas historias ¿Qué tan cierto que usaba una cinta roja para protegerse de la brujería?
Sí, efectivamente. Recuerdo que iba a pelear con Edwin Rosario cuando llegó muy asustado a mi camerino Eddie Mafut, asesor de Don King. Edwin y Eddie eran puertorriqueños. Mafut me dijo: – Julio, ponte esta cinta roja, porque la mamá de Edwin Rosario te tiene embrujado. Tiene tu foto en una cubeta con hielo. –No, le contesté, estás pendejo, yo no voy a ponerme eso en la cabeza, me voy a ver ridículo con la cinta roja, pero estuvo chingue y chingue hasta que me la puse. Luego efectivamente le pegué una chinga a Edwin Rosario, pero no creo que haya sido por la cinta roja sino porque yo era mejor que él. Pero de ahí se me hizo hábito subir con la cinta roja porque dicen que ahuyenta los malos espíritus y la patenté, se me hizo como un ritual. No podía subirme sin la cinta roja y todo el mundo traía la cinta roja. En la actualidad, hay muchos peleadores que suben con la cinta roja.
¿Un mensaje para los jóvenes?
A todos los jóvenes les quiero decir que en esta vida se puede lograr todo lo que se propongan con esfuerzo, dedicación, perseverancia, trabajo y lo más importante, disciplina.
También quiero dar un mensaje para los padres: ahorita en la actualidad hay mucha drogadicción, hay muchas sustancias muy adictivas y los jóvenes desafortunadamente se juntan con malas amistades. Luego empiezan con una tachita y un cigarro de mariguana, y eso va en aumento. El fentanilo está haciendo muchísimo daño. A nosotros nos llegan pacientes psicóticos con una sola pastilla. A veces les echan en el cigarro o en la bebida. Hay que tener mucho cuidado con nuestros hijos, hay que prevenir y prevenirlos. Si ustedes empiezan a ver raros a sus hijos y se empiezan a perder cosas en su casa, empiezan a llegar tarde, hay que hacerles un antidoping y si salen positivos, deben buscar ayuda inmediatamente para que ese problema no crezca y después se vuelvan delincuentes.
Ya ve que Malova decía que se iba aventar un tiro con Quirino, ¿A quién le iría?
A Malova por nocaut.
¿No te va a dar por meterte a la política como otros deportistas?
No, de ninguna manera. La política, mis respetos. Me han invitado a participar para ser gobernador de Sinaloa, para senador o diputado plurinominal, y yo les digo: ni regalado, gracias. Yo ayudo a muchos políticos en mi área de las adicciones y el deporte, pero hasta ahí nada más
Muy Buena entrevista felicidades Saludos