¿Cuántas veces hemos escuchado las frases: “Todavía no son los tiempos” o “Esperemos los tiempos”?
Mucho les decimos (pero muy pocos hacen caso) que los procesos electorales, para cada candidato, comienzan en sus tiempos, no en “los tiempos”, esos tiempos oficiales marcados por las instancias electorales, partidistas o de los grupos políticos que los rigen.
Y sí, lo anterior suena algo confuso o audaz, inclusive atrevido, si es que no conoce mucho el lenguaje político, sin embargo, me refiero a la “campaña permanente” que cada actor político debe realizar con su labor pública y con la ciudadanía, si es que desea alcanzar un cargo de elección popular o dentro de la administración pública en los tres niveles o poderes de Gobierno.
Y no me refiero, y muchos lo entienden así literal, a estar mostrándose cómo protagonista todo el tiempo, sea el cargo que ostente, público o partidista, tratando de sobresalir para ser considerado por partidos o la ciudadanía para algún cargo más, NO, no me refiero a eso.
Cuando nos referimos a cada uno de nuestros candidatos sobre su “campaña permanente” es sobre la labor que requieren realizar cada día, dependiendo la visión de su proyecto político, en cada ámbito correspondiente a trabajar y de la manera que lo requiera, para lograr dicho objetivo.
Dicho de otra manera, por ejemplo, si es gobernante, sus estrategias de “campaña permanente” son en base a su labor de administración, gestión y ejecución efectiva de su gobierno para que la ciudadanía lo considere seguir con esa labor otro periodo, aunadas a tácticas efectivas conforme a una meta electoral; lo mismo para un legislador o líder social: sus estrategias son en base al objetivo a alcanzar, en el territorio y población a atender; dichas acciones son diarias, sin parar y sin perder la visión de su objetivo.
Todo esto se resume en trabajar, trabajar y trabajar día a día con la ciudadanía, estructuras de partido, relaciones y negociaciones políticas, marca personal en lo político (su reputación), gestión y administración de recursos y un largo etcétera.
Todo lo dicho, y todo el trabajo con la gente es desde el primer momento en que se decida ser candidato o prospecto a hacerlo, debe realizarlo todos los días, no nada más en campaña, y desde mucho tiempo antes de iniciar el proceso electoral, siendo coherente con su deseo de servir, no solamente conveniente para ello.
Lo dicho, dependiendo del objetivo político, puede variar, inclusive, desde años antes, realizando trabajo con resultados efectivos que vayan allanando y construyendo un camino que deje huella en cada persona que toque con su presencia, logrando generar sensaciones que motiven al elector, partido o grupo político a considerarlo un activo e instrumento viable para ejercer con eficacia el objetivo de servir al Pueblo.
Muchos que pretenden ser candidatos caen en el fatídico error de esperarse a “los tiempos” electorales oficiales para ponerse a trabajar queriendo lograr ser reconocidos por la ciudadanía o estructuras de Partido en un tiempo tan corto que no les alcanza ni para juntar los recursos necesarios para una campaña digna, mucho menos para tener el contacto con los sectores poblacionales a los cuales requieren llegar.
Por favor, si quieren lograr su visión política, trabajen desde mucho tiempo antes en su “campaña permanente”, haga lo que requiera hacer, con quien lo requiera, a donde lo requiera, como lo requiera, pero hágalo ya, no se espere a que le digan qué hacer y cómo hacerlo, no se espere a los tiempos de los demás, porque cada circunstancia es distinta a la de Usted, enfóquese en “sus tiempos”, no en los tiempos de los otros.
En la próxima entrega conversaremos en las formas requeridas para su trabajo de “Campaña Permanente” conforme su proyecto político. La campaña se gana desde antes de contenderla.
Felices Fiestas Navideñas y muy Próspero y Grandioso Año Nuevo 2024, lleno de Luz Divina.