Sinaloa es cuarto lugar nacional en pérdida de empleos formales e incubadora de ciudadanos que, por hambre, se vuelven delincuentes.
De acuerdo, con estimaciones de organismos empresariales, más de 18 mil personas han sido despedidas recientemente en los municipios de Culiacán, Navolato, Elota y Mazatlán, lo que genera un panorama complejo para la estabilidad laboral y social en la región.
Se estima que más de 500 negocios han cerrado en Sinaloa debido a la violencia, lo que ha afectado la economía local y generado pérdidas multimillonarias.
La crisis de violencia en Sinaloa ha generado un impacto devastador en la economía y la sociedad del estado, pero es más profundo el daño cuando existe evidencia de que personas que han perdido sus empleos, en medio de su desesperación y frustración, han sido reclutados por el crimen organizado, aprovechando la necesidad de los desafortunados desempleados que no encuentran otro camino para poder llevar el pan a sus casas.
Según Oscar Sánchez, líder de los comerciantes de Culiacán, muchos desempleados se han visto obligados a sumarse a grupos criminales debido a la falta de oportunidades laborales.
Esto se debe a que la violencia ha provocado el cierre de numerosos negocios y la pérdida de empleos formales.
Ante ello, es fundamental que se aborden las causas profundas de la violencia y se generen oportunidades económicas y de empleo para reducir la informalidad laboral.
La relación entre el desempleo y la participación en actividades delictivas siempre ha sido un tema complejo que involucra múltiples factores.
Sin embargo, es terrible y devastadora la declaración de Oscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC), si se considera que está señalando, con pruebas en la mano, que personas que han perdido sus empleos, debido a la crisis en el comercio local derivada de la violencia, fueron reclutados por el crimen organizado en Culiacán.
¿En qué se basa para esta afirmación? Oscar Sánchez precisa que esta problemática se ha detectado gracias a imágenes difundidas por medios de comunicación en las que empresarios reconocieron a antiguos empleados entre las personas detenidas durante operativos realizados por autoridades federales.
El dirigente señaló, en una declaración ampliamente difundida que, al menos en cinco casos se han identificado en Culiacán, todos ocurridos en diferentes fechas y circunstancias, pero con un mismo factor en común: se trata de personas que fueron dadas de baja por negocios que ya no pudieron sostener su plantilla laboral.
Entre los giros afectados se encuentran ferreterías, empresas de organización de eventos y prestadores de servicios.
El hecho de que ex trabajadores del comercio de Culiacán, que fueron despedidos en medio de la actual crisis de inseguridad, sean reclutados por grupos delictivos no es un asunto menor: es un fenómeno social de extrema gravedad.
Hay muchas personas que, al perder su fuente de ingresos, terminan siendo reclutadas por el crimen organizado, y eso nos pone en una situación vulnerable como sector productivo.
Esas fueron las palabras con las que Oscar Sánchez Beltrán expresó su preocupación ante este lamentable fenómeno que, como él mismo dijo, representa un riesgo adicional para los empresarios, dado que los exempleados tienen conocimiento de las actividades internas de las empresas y de sus propietarios.
Es importante destacar que no todos los desempleados se vuelven delincuentes, y que la relación entre desempleo y delincuencia es influenciada por una variedad de factores sociales, económicos y culturales.
No obstante, además de abordar la pobreza, la falta de educación y la corrupción, temas que son clave para prevenir la participación en actividades delictivas, hay que agregar que el evidente debilitamiento de la economía y la perdida de empleos son los factores que destacan en este triste fenómeno.
Sabemos que esta situación no es privativa solo de Sinaloa, pero como entidad estamos entre las más afectadas a nivel nacional.
Durante el mes de junio de 2025, México registró la pérdida de 46 mil 378 empleos formales, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta caída representa el tercer mes consecutivo con cifras negativas en cuanto a generación de empleo.
Según el organismo, en lo que va del primer semestre del año se han creado apenas 87 mil 287 nuevos puestos formales, cifra 70.4% menor a la registrada en el mismo periodo de 2024.
Los estados más afectados por la caída en el empleo formal son Tabasco (-8.7%), Campeche (-6.3%), Zacatecas (-3.3%) y Sinaloa (-2.7%).
En contraste, Hidalgo reportó el mayor aumento mensual (3.9%), seguido por Estado de México (3.5%), Colima (2.8%), Aguascalientes (2.7%), Nuevo León (2.1%) y Michoacán, también con un incremento del 2.1%.
Es decir, Sinaloa, según esta estadística, es el cuarto estado más afectado en México por la pérdida de empleos formales, mientras la violencia sigue galopante dejando luto, hambre, desesperanza y desolación.