Antes de morir, Capulina dejó en claro que Chespirito fue su buen amigo.
Una década antes de que perdiera la vida Gaspar Henaine Pérez, “Capulina”, estuvo en Culiacán, Sinaloa, donde pude entrevistarlo sin ninguna dificultad.
“Roberto Gómez Bolaños y un servidor tuvimos momentos tensos, era mi guionista en el programa Viruta y Capulina, pero jamás fue mi rival, mucho menos mi enemigo”, aclaró.
Estas palabras del llamado “Rey del Humorismo Blanco” no han perdido vigencia, sobre todo ahora con el lanzamiento de la serie Fue sin querer queriendo (HBO-Hulu), donde se afirma que Capulina humillaba y trataba mal a Chespirito.
Lejos de toda realidad —afirman allegados de Capu— ellos mantuvieron una amistad que perduró hasta el final de sus días.
Entrevistado en la capital sinaloense por un servidor, don Gaspar relató: “En 1948 conocí a Roberto; él fue un genio, muy creativo con los guiones”.
A pregunta expresa, respondió que el nombre de Capulina se debió a que en los años 40 había una perrita llamada así: “Entonces, un día, cuando yo estaba actuando, alguien del público gritó: ¡Muévete, Capulina! Me dio coraje, la verdad, porque la gente se burlaba de mí, pero pues me acostumbré y se me quedó el nombre”, dijo entre sonrisas.
El actor, guionista, músico y comediante, nacido en Chignahuapan, Puebla, murió de neumonía en 2011.
A los 17 años trabajó como comediante y cantante, siendo en 1943 cuando decidió formar parte del Cuarteto “Los Excéntricos del Ritmo”. Su popularidad se acrecentó al integrarse a Canal 2 y a la XEW, logrando aún más fama tras participar como protagonista en filmes, circos y revistas de historietas: El médico módico, Capulina contra los vampiros, El bueno para nada, por citar algunas.
Hasta aquí mi reporte, un cordial saludo desde Nuevo México, USA.


