Las emociones pueden afectar a los pacientes con diabetes.
Las emociones son parte importante de nuestro día a día, nos ayudan a reaccionar ante los estímulos que se hacen presentes, aunque es importante saber controlarlas, pues al no hacerlo podemos ocasionarnos graves problemas de salud.
Y es que sin duda nuestras emociones pueden jugar a favor o en contra de ciertas enfermedades, desde hace varios años la ciencia ha confirmado que el factor emocional influye en la recuperación, positiva o negativamente, de enfermedades como la diabetes.
En el caso de la diabetes, algunas complicaciones relacionadas a ésta como la diálisis, visión disminuida, daño en la retina, úlceras en piernas o pies y amputaciones, contribuyen en el desarrollo de síntomas depresivos o que derivan de ciertas emociones de los pacientes.
5 emociones de quienes viven con diabetes
En conferencia de prensa, Marisol Zariñana, psicóloga y socia activa de la Asociación Mexicana de Educadores en Diabetes, comentó que son cinco las emociones que más afectan a las personas que viven con diabetes: tristeza, enojo, culpa, apatía y negación.
“Tristeza, enojo, culpa, apatía y negación son muy comunes entre los pacientes con diabetes y se asocian con un nivel bajo de automonitoreo de la enfermedad”, destacó.
De acuerdo con Zariñana, existe una relación estrecha entre el efecto que tiene el estado emocional del paciente y su nivel de aceptación de la enfermedad.
“Las personas con diabetes presentan menores puntuaciones en la escala de aceptación, lo que se refleja también en un control menor de sus niveles de glucosa a través del automonitoreo. Al contrario, existe una correlación positiva entre la aceptación y el automonitoreo de la enfermedad”, aseveró.
La depresión está ligada a la diabetes
Otro dato importante que resaltó la especialista, es que se estima que la prevalencia de depresión clínica es hasta 60% más frecuente en adultos diagnosticados con diabetes; además, el estrés y las reacciones emocionales negativas son mucho más comunes en ellos, lo que afecta gravemente en el control de la enfermedad y eleva el riesgo de serias complicaciones.
Por esta razón es importante saber orientar al paciente, además se dijo que se debe saber elegir un glucómetro que se adapte a sus necesidades, así como educar para que de manera correcta se use.
Algo que también puede funcionar es el acudir con un terapeuta para que ayude al paciente diabético a controlar sus emociones, así como darle ejercicios que funcionen en su estado de ánimo, esto va a mejorar mucho la calidad de vida de la persona.
Entre una sana alimentación, acompañamiento, el seguimiento adecuado de su tratamiento, y el hablar de lo que sucede en su día a día, el paciente con diabetes sin duda podrá tener una buena calidad de vida en función de su enfermedad crónica.
Recuerda que ante cualquier síntoma o cambio que requieras hacer, platícalo con tu médico especializado, pues este será el único indicado para realizar los cambios pertinentes de tu tratamiento. ¡No te arriesgues!