Contra la adicción a las pantallas: sin móvil hasta los 18 años y toque de queda digital

spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

“El móvil con conexión a internet es una droga” que está causando una epidemia de enfermedades mentales en los menores, adictos a las redes sociales y a la pornografía. Para el catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González, es necesario que en los hogares se tomen medidas para atajar la adicción a las pantallas, desde no permitir el uso de teléfono inteligente hasta los 18 años a imponer un toque de queda digital nocturno.

Y estas medidas contra la adicción las explica en su nuevo libro “12 soluciones para superar los retos de las pantallas” (Editorial Planeta) de aplicación en el ámbito familiar, mientras reclama a las autoridades que tomen medidas más severas porque “ya vamos tarde”.

En una entrevista con EFEsalud, el médico especializado en medicina preventiva y salud pública insiste en que las consultas de los psiquiatras y psicólogos están llenas de niños, adolescentes y jóvenes con depresión, ansiedad, anorexia nerviosa, déficit de atención, autolesiones y, lo más grave, un aumento de los suicidios, en especial entre la generación Z (nacidos a partir de 1995), “la más depresiva de la historia y va a ir a más”.

Por eso, reclama a las autoridades que prohíban el uso de los móviles inteligentes por debajo de los 16 años, aunque él propone que suba hasta los 18, y que se ponga veto a la pornografía y su libre acceso.

“No puede haber pornografía gratuita y si hay una empresa que lo hace se le debe multar a lo grande, se está siendo demasiado blando con esto. Además, las webs de pornografía deben tener la extensión XXX que facilitaría a los padres filtrar con sistemas de custodia parental”, explica.

Mientras, hay que tomar cartas en el asunto en casa, con unos hijos e hijas que han sido secuestrados por los algoritmos de inteligencia artificial de las compañías tecnológicas que les roban su tiempo, descanso, concentración y salud.

12 medidas contra la adicción a las pantallas

El también catedrático visitante de la Universidad estadounidense de Harvard propone doce medidas para superar esta adicción a las pantallas, que brotó cuando salió al mercado en 2007 el primer smartphone, y que compara con el enganche a los cigarrillos.

“Ni a los 18 años está completamente desarrollada la corteza prefrontal, la que nos da la capacidad de autodominio frente a los impulsos de gratificaciones instantáneas”, como las que se explotan desde las redes sociales, pero que van a deteriorar la salud mental porque el cerebro está creciendo todavía.

El diseño del “móviles de distracción masiva” con alarmas y pitidos que te llevan a deslizar el dedo arriba y abajo de la pantalla sin parar fomenta la adicción a las pantallas.

Estas son las medidas que intentan frenar esta situación:

1.- Gánate la autoridad moral a base de ser ejemplar
Primera solución y punto de partida: Los padres se ganan la autoridad moral cuando predican con el ejemplo y la coherencia.

“Que tengan apagadas las notificaciones, que no pongan el móvil encima de la mesa, ni lo tengan en la mano, que jamás miren a las pantallas cuando sus hijos les están hablando, pueden sentirse despreciados….”, aconseja.

  1. Pregunta a tus hijos, uno a uno, sin miedo, a solas.
    Los menores son adictos a la pornografía porque es accesible, asequible (gratis), anónima y aceptada entre los jóvenes.

“Los tiburones de la pornografía son los que están educando en sexualidad a la juventud. Y eso es desastroso porque nunca ha habido tantas violaciones, tantas agresiones sexuales como desde que se hace uso masivo de pornografía desde muy jóvenes gracias los teléfonos móviles”, apunta el doctor.

Por eso, recomienda a los progenitores que las conversaciones sobre sexualidad comiencen con sus hijos cuando tienen 4 ó 5 años: “Los padres no tienen que tener miedo a adelantarse. A lo que tienen que tener miedo es a retrasar esas conversaciones personales donde se les de confianza, donde aprendan a hablar con naturalidad de estos temas”.

Y la factura que pasa la pornografía a los menores es que “en sus cerebros se incrustan unos códigos de conducta en la sexualidad equivocados, que no respetan a la mujer. Este acceso masivo desde la más tierna juventud a la pornografía es la gasolina que propaga las manadas y las agresiones a las mujeres”.

  1. Pacta normas muy claras y concretas del uso de las tecnologías
    En el libro, el autor comenta que cuando una pantalla entra en la vida de un niño o adolescente quedan abducidos. Desarrollan FOMO o miedo a perderse algo en el mundo virtual y el móvil acapara toda la capacidad de atención.

Por eso anima a las familias a llegar un pacto de uso de las tecnologías:

  • No usar dispositivos ni el dormitorio, ni el baño, ni en el coche, ni cuando se anda por la calle.
  • Mirar a la cara a una persona cuando habla y dejar el móvil.
  • Que no proporcionen sus datos personales, ni su geolocalización, ni suban fotos y vídeos a las redes.
  • Fomentar aficiones no digitales, sobre todo leer y actividad física y al aire libre.
  • Fijar un tiempo de uso del móvil.
  • Silenciar el teléfono.
  1. Instalar un sistema de control parental
    Las herramientas de control parental pueden ser una ayuda para gestionar y proteger la seguridad pero ninguna la garantiza al cien por cien.
  2. Limita a zonas compartidas los dispositivos con conexión a la red
    No permitir el uso de internet en espacios que no sean públicos, que haya zonas libres de pantalla como los dormitorios o los baños, y también momentos, como las horas de comida. Aconseja utilizar un despertador clásico y no el móvil, un riesgo para que estén en vela toda la noche conectados con los consiguientes peligros y consecuencias en su estado físico y mental.
  3. Establece un toque de queda digital
    Y va más allá al proponer un toque de queda digital nocturno para hijos y padres. Esto protege las horas de sueño y asegura el correcto desarrollo cerebral de los adolescentes, mejorando el rendimiento escolar.

7.- Pon un parking de móviles en casa
Aparcar los móviles y otros dispositivos de toda la familia en un mismo lugar. Incluso meterlos en una caja de bloqueo con un temporizador que se abra a la mañana siguiente. Para emergencias nocturnas, el teléfono fijo o un móvil sin datos.

8.- Cancela notificaciones y controla el tiempo de uso
Que seamos nosotros los que controlamos al móvil y no al revés. Poner un límite de uso de menos de una hora al día y no acudir con prisa a los reclamos de las notificaciones.

9.- Planes familiares divertidos con ayuno de dopamina
El catedrático de la Universidad de Navarra propone una desintoxicación digital, desengancharse de la droga que es el móvil que activa la dopamina, un neurotransmisor que hace que quieras más.

Por eso es necesario pasar tiempo en familia sin dispositivos, pasar fines de semana sin depender del móvil, restringir aplicaciones a las que se dedica demasiado tiempo y socializar sin redes sociales.

“Hay estudios que reflejan que mejora el bienestar emocional y bajan los índices de depresión”, precisa el experto.

10.- Fomenta deportes, actividades al aire libre y el cara a cara
El sedentarismo es otra de las consecuencias de la adicción a las pantallas de ocio. “Tampoco los videojuegos son una alternativa, enganchan”, apunta el doctor.

Hay que fomentar la actividad física y el ejercicio de los más jóvenes al menos 5 días a la semana y si es al aire libre y en grupo, mejor.

11.- No des el smartphone a tu hijo o hija antes de los 18 años
“La edad para acceder a un teléfono móvil inteligente son los 18 años, la misma que para conducir”, insiste, y pide al Gobierno que “prohíba el uso de móviles por debajo de los 16 años”, como ya han reclamado grupos de expertos y asociativos, porque “hay más locos en internet que en las autopistas”.

Por eso, igual que hace falta pasar unas pruebas para obtener el carnet de conducir, propone que los menores reciban formación y superen una prueba para poder acceder a un teléfono móvil con conexión a internet.

Incluso anima a quitar el móvil a aquellos menores que ya lo tienen, aunque reconoce que eso es “lo más difícil”.

“Hay muchos padres que tienen inquietud, que llegan a casa y su hijo está secuestrado con su rectángulo de metal y ya no existe la familia para él, solo existe un móvil que es totalmente absorbente y está diseñado para eso”, concluye.

Autor de “Salmones, hormonas y pantallas”, de “Salud a ciencia cierta” o “¿Qué comes?”, Miguel Ángel Martínez-González ha liderado grandes estudios epidemiológicos como el Predimed, sobre los beneficios de la dieta mediterránea y recibió el Premio Nacional Gregorio Marañón, de investigación médica, en 2022.

spot_imgspot_imgspot_imgspot_img
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Se registraron 12 personas muertas y 21 vehículos robados durante el lunes

FGE informa de los hechos delictivos registrados el lunes 17 de febrero de 2025 Culiacán,...

Coinciden en que urge regular comercialización del maíz en México

Así se garantizará la estabilidad del sector agroalimentario y se fortalecerá la seguridad alimentaria,...

Umpires robot llegan a MLB: probarán sistema automatizado en pretemporada

MLB utilizará durante el Spring Training un sistema automatizado de strikes y bolas Ver un...

Operativos en Sonara dejan casi 100 personas detenidas

Durante los operativos coordinados entre las distintas instituciones de seguridad, se logró la desarticulación...

¿Es malo dormir con tu mascota? Conoce los beneficios y riesgos

Si duermes con tu perro o gato, aquí te contamos los beneficios, riesgos y...

Egresado de la UAS, publica su poemario “Cuando mis ojos no veían”

Esta obra que se divide en cuatro partes aborda diferentes aspectos personales de la...

El Pentágono deja de reclutar a transexuales en el ejército

Las fuerzas armadas estadounidenses levantaron la prohibición para la incorporación de personas transgénero en...