Los partidos políticos con mayor número de votos en las pasadas elecciones, se encuentran en un proceso de renovación de sus dirigencias estatales, pero la cuestión es si realmente habrá cambios sustantivos con quienes lleguen a liderar Morena y Acción Nacional.
Por una parte, vimos que en Morena levantaron la mano tanto Almendra Negrete como Pedro Lobo, ambos diputados locales con licencia, quienes debían estar separados del cargo para poder participar en el proceso; sin embargo, Merary Villegas vino a amedrentar esas intenciones también solicitando permiso al Congreso de la Unión con la intención de regresar a la dirigencia del partido en Sinaloa y así concluir con el periodo estatutario para el que fue electa.
Debemos recordar que Merary fue electa de forma unánime por los 69 consejeros estatales del partido e inició su dirigencia en septiembre de 2022 y terminaría a finales de 2025, pero desde entonces su mandato se ha dado de forma intermitente ya que ha solicitado licencia para contender en procesos electorales o estar en sus labores legislativas. Por los que Pedro Lobo y Almendra Negrete coincidieron en que debe dar oportunidad a nuevos perfiles y será el Comité Ejecutivo Nacional de Morena quien decida si la renovación de la dirigencia aplicará también para la presidencia o solo algunas carteras que están disponibles para renovarse más tardar el 16 de noviembre.
Si en algo he coincidido con el gobernador Rubén Rocha, fue en aquel momento en que criticó a Merary Villegas y señaló que no se deben “acaparar” los puestos. Sabemos que la tentación de mantenerse en el poder y querer ser protagonista de un partido, puede trastocar muchos intereses, pero soy fiel creyente de que las instituciones políticas necesitan dirigentes de tiempo completo, principalmente cuando el estado se encuentra pasando por una gran crisis de inseguridad, económica y social.
¿W o VV?
En tanto, el Partido Acción Nacional en Sinaloa elegirá a la nueva presidenta del Comité Directivo Estatal a través de voto de la militancia el próximo domingo 10 de noviembre, a la par de que se elija quién dirigirá al albiazul a nivel nacional. Las candidatas son la mazatleca Wendy Barajas y la navolatense Vanessa Sánchez; la primera con 14 años de militancia y la segunda con más de 25 años en las filas del partido albiazul.
Hemos visto que Wendy es respaldada por los panistas que han ostentado cargos recientemente y es un secreto a voces que también tiene el apoyo de la actual dirigente estatal Roxana Rubio. Por otra parte, Vanessa recibió el espaldarazo de muchos panistas de antaño que aseguran ver en ella a una persona que realmente representa los ideales de esta institución política.
Ambas aspirantes aseguran que van por una renovación del partido con miras hacia el 2027, pero ¿Realmente tendrán las condiciones y tomarán las acciones que implica una reingeniería? Hace mucho quedó atrás ese PAN que representaba a la sociedad civil y a los grupos empresariales; ya no vemos, al menos en Sinaloa, a un partido que sea una verdadera oposición, que es lo engrandece la política: los contrapesos.
Falta poco para saber quiénes quedarán al frente de estos partidos que, sin duda, ya están con un ojo al gato y el otro en la elección a Gobernador que tendremos en Sinaloa en menos de tres años.