La Ley como Campo de Batalla o la Política como mecanismo superior de acuerdos: asistimos a un nuevo espectáculo en España, y con él un ejemplo paradigmático de los límites de la Monarquía y la Federación frente a la República.
La forma de gobernar en España corresponde con su sistema de gobierno, podemos observar cómo se manejan los “escándalos políticos”, en donde la sociedad no vota de manera directa, que corresponde a una puesta en escena tras otra.
Es claro como el Poder Judicial es utilizado por la Derecha, vamos observando “cortinas de humo” nivel Dios, en dónde valoramos la teatralidad de las contradicciones con el fin de manipular permanentemente a la sociedad con lo que se entretiene a los súbditos para que no soliciten su avance a la Ciudadanía, a la derrota de una Monarquía impuesta por la Dictadura de Franco.
La carta de Pedro Sánchez es una respuesta al mecanismo de “Lawfare”, un juicio falso, en el que se insiste en el acoso desde este entorno con el fin de desprestigiar a los oponentes políticos, generar un entorno de persecución.
Colocar a las personas en una persecución política, es la intención de generar un ataque de “muerte civil” con el fin de que los ciudadanos que se resisten a los abusos de poder salgan de la política.
Estamos observando una puesta en escena en un entorno de veracidad parcial, en dónde se trata a algunos con algodones y a otros se les persigue con fervor, pero en los hechos es el manejo permanente del Poder Judicial en contra de los oponentes, un aspecto común en las Monarquías y en las Federaciones, que son superadas.
Este mismo mecanismo de “Posverdad” de mentiras es con el que desde los “progres” se arman las puestas en escena con el discurso de género, la Ley del “Solo Sí es Sí” durante el gobierno del PSOE-PODEMOS.
En las Repúblicas, en donde un ciudadano es un voto y cada ciudadano es soberano frente a los poderes del estado y puede defenderse desde la denuncia directa, en dónde los medios, aunque lo nieguen las paredes explotan, y en no pocas veces es posible doblar al poder, a través del acuerdo político terminando con el espectáculo y las puestas en escena tenemos aún fortaleza institucional. Lo lamentable es que estamos perdiendo este poder de mediación por parte del Ejecutivo de los Municipios, los Estados y la Federación por copiar modos que no corresponden a la forma de organización social.
De ahí la importancia de recuperar y profundizar el lema de la Revolución Mexicana para no Gachupinizarnos: ¡Sufragio Efectivo, No Reelección! Para garantizar la salud de la República.