Nos sorprende la información a la estamos teniendo acceso en estos últimos años, la Inteligencia Artificial y la Impresión 3D de tejido orgánico, pero en la naturaleza es un hecho diario y permanente, claro, millones de veces más rápido.
El ser humano intenta permanentemente imitar a la naturaleza y en muchos aspectos sustituirla con su propio entorno, un aspecto que parte de la búsqueda del control.
Al final perdemos la perspectiva, porque buscamos nichos de mercado cada vez más acotados por empresarios que venden lo que está al alcance de todos.
El capitalismo siempre está intentando ganar la siguiente revolución tecnológica, pero además ahora afirman que se trata de una nueva realidad con la Inteligencia Artificial Generativa.
La industria 4.0, un concepto alemán que imita a la Internet de las Cosas de Japón, es una parte de la Revolución Tecnológica inicial, como las cámaras de reconocimiento facial en China a través de datos biométricos; lo que estamos presenciando es la toma de decisiones autónomas por parte de la IA y el cambio de ruta en pleno proceso de operación de las acciones, aspecto que intenta imitar de forma más eficiente a la naturaleza.
La programación de Lenguaje Neuronal, es en los hechos la imitación del lenguaje humano y la intención de desarrollar la realidad en un ordenador, una “nueva economía” de los Datos, la interacción entre el Big Data y la autonomía en las decisiones, con lo que se busca suplantar a través de lo artificial la realidad, conformando una realidad virtual en la que los parámetros de la vida sean predecibles nulificando la autodeterminación y pautando la especulación financiera, el sueño de un dictador o emperador.
Nos enfrentamos a una suplantación de la naturaleza, al intento de imprimir la realidad, de deslindar al ser humano de las condiciones espacio-temporales que lo anclan a su condición de consciencia de la naturaleza, comprometiendo aspectos axiológicos y ontológicos de lo humano, intentado y llevando adelante una dependencia artificial de la tecnología en cada acción de la vida, un nuevo futuro, una melodía del Flautista, un engaño por separarnos aún más de la tierra y vendernos el aire.