-La revolución de la conciencia significa pasar del discurso a los hechos, no dejar las cosas en la palabra. Se trata de poner un granito de arena como diputado para que la gente salga de la pobreza y para que se resuelvan los problemas de nuestro pueblo – dice con convicción.
En su oficina del Congreso de Sinaloa ha recibido en dos años a miles de personas y ha recorrido de manera incansable, no solo el territorio donde es diputado, sino toda la geografía sinaloense.
Adelante, por favor – es la bienvenida que da a sus visitantes, que se encuentran de pronto con una conversación sumamente afable y cortés centrada en el asunto que se le viene a exponer.
Seguramente es una sorpresa encontrarse con el recibimiento de una persona paciente de palabra fácil, viva y animada poniendo atención a los problemas que se le plantean.
Es lo contrario de lo que se piensa de los políticos y los diputados.
Ambrocio Chávez Chávez sale todos los días a trabajar y está en contacto con el pueblo de manera permanente.
En el acceso del Poder Legislativo nos lo confirman:
El diputado Ambrocio es el único que recibe a todas las personas que vienen a verlo.
Prueba de ello, ha estado con sectores de todo Sinaloa en reuniones, encuentros y actividades de fomentó.
Ambrocio, el hombre que ayuda a la gente, que ama el estado que lo vio crecer y con el que se siente en deuda por todo lo que le ha dado: he ahí su espíritu de servicio, su solidaridad con el desvalido y su convicción de dar mucho más de lo que ha recibido.
Sin duda, el diputado que todos deberíamos conocer.
Hizo una campaña de ropa usada en todo Sinaloa, comenzando por su distrito, para apoyar a los grupos vulnerables y a los jóvenes con respaldos y patrocinios deportivos.
En noviembre hará otra jornada de treinta toneladas de ropa usada a distribuirse entre gente pobre que la necesita ante la llegada del invierno. Son más de tres mil familias beneficiadas.
Celebró un exitoso convenio con la Congregación de Oaxaca “Mariana Trinitaria” para brindar servicios y productos a bajo precio a las familias de escasos recursos, como sacos de mortero, cemento, baldes de pintura, impermeabilizante, tinacos e incluso lentes y telefonía celular.
Eso ha representado hasta ahora un ahorro de cinco millones y medio de pesos para las familias beneficiadas.
Para Ambrocio, estar cerca de la gente y cumplir los principales postulados del presidente de México Andrés Manuel López Obrador para el cambio verdadero, No mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México, no solo son posibles sino una obligatoriedad moral.
Su papel en la Sexagésima Cuarta Legislatura ha sido destacado y su liderazgo es digno de reconocimiento.
Por eso, podemos asegurar que Ambrocio es el único que puede sacar adelante al Congreso de Sinaloa porque cualquier cosa que haga será siempre pensando en el beneficio de la población, sobre todo de los que menos tienen.
Únicamente alguien con la experiencia de vida de Ambrocio Chávez podría tomar con éxito la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Sinaloa de requerirse, primero, en este momento de la 64 Legislatura ante los tiempos electorales que originan movimientos hacia espacios de participación política y segundo, en la Sexagésima Quinta Legislatura en el cierre de la administración del gobernador Rubén Rocha Moya.
He tenido la oportunidad de escucharlo y siempre une la acción a la palabra. Asegura que quien llega a diputado ya no representa los colores de su partido sino el interés del pueblo.
Es un hombre autocrítico que no se anda con medias tintas para hablar de frente y con la verdad.
Los diputados tenemos veinte mil pesos mensuales para poder apoyar a la gente que nos ocupa. Ese dinero no alcanza para atender a las personas necesitadas.
Por supuesto, la labor de Ambrocio supera con mucho esa cifra porque su gestión social ha impactado en los grupos más desprotegidos.
Es un diputado con ganas de hacer más, aunque ha hecho mucho. Reconoce que se ha ido avanzando, pero insiste que muchos problemas siguen ahí.
Cinco millones de mexicanos salieron de la pobreza, pero otros 45 millones no han podido.
Tenemos buenos gobiernos, hay buena actitud, hay esperanza de cambio, pero los problemas ahí están: la escasez de agua para uso doméstico y para riego, los financiamientos de los pescadores, ganaderos, agricultores, la venta de semillas. Son problemas que tenemos que afrontar juntos. No debemos sacarles la vuelta, tenemos que asumir una responsabilidad histórica y hacer frente a esos problemas en colectivo, todos juntos.
Hay un pastor que ocupa cien mil pesos para hacer un comedor comunitario para la gente pobre de Angostura.
No soy yo, es el conjunto de actores que nos movemos para construir una mejor región, un mejor estado, un mejor país – advierte con humildad.
La Senadora Imelda Castro recordó que Ambrocio Chávez Chávez y Heriberto Sánchez Camacho hicieron fórmula por el PRD en Salvador Alvarado en 1998. Al parecer ya desde entonces iba para diputado y el segundo para alcalde, que terminó como regidor. Lo cierto es que hicieron ganar a Rubén Rocha Moya la gubernatura en Guamúchil.
Rubén Rocha Moya fue candidato a Gobernador de Sinaloa en 1998 cuando Andrés Manuel López Obrador era presidente del Partido de la Revolución Democrática. Perdió ante Juan S. Millán, pero en Salvador Alvarado ganó gracias a Heriberto y Ambrocio.
Larga ha sido la lucha de Ambrocio: un personaje de estatura política que se le debe considerar en un futuro cercano para presidir el Congreso del Estado de Sinaloa y desde ya se le debe valorar como posible candidato de Morena en las elecciones para la gubernatura de Sinaloa en 2027.