¿Has escuchado el término «queefing»? O tal vez te suene más «pedos vaginales», seguramente sí y hasta te ha pasado, pero, ¿qué son en realidad? ¿cómo se producen?, y ¿cómo evitarlos?

Los «pedos vaginales» o queefing han sido motivo de momentos incómodos a la hora de la acción y aún hoy en día a veces son mal vistos porque muchos no los entienden, pero empecemos diciendo que son completamente normales.

Comencemos por explicar que las personas con vulva y vagina son quienes los producen, y esto se debe cuando queda aire atrapado en la cavidad vaginal, lo que crean mucha vergüenza y miedo porque el sonido que ocasiona es muy similar a una flatulencia, las cuales dan mucho pudor porque éstas muchas veces vienen acompañada de un olor y se cree que el pedo vaginal también, cuando es todo lo contrario.

El pedo vaginal o queefing no huele y su única similitud con con la flatulencia, que el exceso de gases en el intestino, es en cómo suena.

Sin duda, todas las personas con vulva y vagina en algún momento de nuestras vidas lo vamos a experimentar o ya lo hemos experimentado. ¿Te ha pasado? ¿Lo sabías?

Ante esta situación en la que pueden dar ganas de salir corriendo o esconderse debajo de las sábanas, lo importante es normalizarlo y entender que en muchas ocasiones forman parte de los encuentros sexuales, aunque no tendría que suceder en todos, pero si sucede, no pasa nada, nos asegura Karymme Reyes, sexóloga de Platanomelón.

Sobre el curioso nombre
De hecho, no es correcto llamarlo pedo o flatulencia porque en realidad se trata de una ventosidad, ya que es aire atrapado que tiene que liberarse, y al hacer esto es lo que suena. El llamarlo “pedo” es porque la gente lo relaciona por el sonido que hace.

¿Cómo se producen estas ventosidades o «pedos vaginales»?
Estos se originan cuando algo entra en la cavidad vaginal -que puede ser un pene, los dedos, un juguete, etc.-, y es entonces cuando la vagina hace una especie de succión para adaptarse a todo lo que entra o a todo lo que sale, incluso, hasta un bebé.

Así que al momento de la entrada y salida puede tender a abrirse un poco más la cavidad vaginal y es cuando entra el aire, mismo que queda atrapado y, al momento de sacar lo que se haya introducido, ese aire tiene que salir por esta vía, explica la especialista.

¿Se pueden evitar?
Sí hay forma de evitarlos porque no tendría que suceder en todas las veces en las que se practica sexo, si ocurre con frecuencia se puede tratar de un desgaste o al no fortalecimiento del suelo pélvico; esta área hay que ejercitarla casi toda nuestra vida, prácticamente desde que tengamos uso de razón de que existe porque tiene muchos beneficios, entre ellos, ayuda a evitar a que entre este aire de una manera más fácil.

Este fortalecimiento sugerido es como ejercitar un músculo, y se puede hacer con bolas chinas. Se puede iniciar con bolas pequeñas e ir aumentando hasta llegar a la más avanzada. Cuando se tenga ya ese proceso se puede ir más allá y añadir peso, así, primero se ejercita y luego se fortalece.

Las personas más propensas a padecerlos son aquellas que no han fortalecido esta área o que ni siquiera están al tanto de que existe, explica Karymme Reyes.

¿Qué hacer cuando ocurre un pedo vaginal?
Lo principal es normalizarlo porque es algo que puede ocurrir a todas las personas con vulva y vagina, y no pasa absolutamente nada porque aunque se le llamen «pedos vaginales», que quede claro que no es una flatulencia y no huele.

¿Qué es lo mejor que puedes hacer ante esta situación? ¡Tomarlo con humor! Ya que por el ruido que hace que nos remite a algo muy incómodo o vergonzoso. Ahora bien, si te mueres de vergüenza, puedes levantarte, ir al baño, sentarte, sacar ese aire y regresar a lo que estabas haciendo con toda tranquilidad.