Cuando te enamoraste de tu galán, hasta su aliento mañanero era excitante o, al menos, tolerable.
Lo peor es que también tú has cambiado (¿has comprado ropa interior sexy últimamente?). Para que la pasión siga encendida, debes trabajar en ello. Por eso tenemos una lista de ideas diseñadas para que tu romance
sea duradero.
- No rechazarlo si te llama un martes a las 5:59 pm y te sugiere ir a jugar boliche o al gimnasio. Ver Sexo and the city puede esperar.
- Mantener tus quejas acerca de tu cuerpo para ti. Mientras más confianza hay, tienes mayor seguridad de decir que te sientes gorda o que tus uñas no te gustan? algo que nunca hubieras hecho siendo la guapísima novia nueva.
- Permanecer dormida desnuda después del sexo y no correr a ponerte tu playera y pants favoritos.
- Quedártele viendo con esa mirada enamorada y dulce cuando te está contando algo.
- Es adorable llevar tanto tiempo juntos que ya tienen «su» mesa de la terraza en «su» restaurante favorito. Pero no dejes que eso evite que sigan probando lugares nuevos y descubriendo cocinas interesantes.
- Nunca sacar los trapos sucios al sol en público. Aunque él empiece a hacer eso tan molesto, como contradecirte en todo lo que dices, espera a llegar a casa para criticarlo.
- Mantener tu misterio femenino al nunca ponerte desodorante, limpiar tus oídos o cortarte las uñas de los pies frente a él.
- Ponerte un poco de brillo en los labios aunque solo estén comprando el súper el domingo. Tampoco queremos que estés ultramaquillada, pero un poco de arreglo no va a acabar con el movimiento feminista.
- Agárrale la pompa o el brazo cuando pase, y luego sube y baja tus cejas, asintiendo con la cabeza.
- Sexo oral. Él tiene que hacerlo, tú tienes que hacerlo, ¡todos tenemos que hacerlo!
- Ver su llamada perdida y esperar 10 minutos antes de marcarle de vuelta. Después actuar misteriosa sobre dónde estuviste cuando te pregunta por qué no contestaste.
- Darle la mano en el cine y ocasionalmente apretarla durante una escena sexual intensa.
- Dejar tu celular en la bolsa durante la cena (¡y no echar un ojo cuando vibre!).
- Comprar lencería en otros días además de sus cumpleaños, aniversario o San Valentín.
- Ponerse de acuerdo para ver un programa que les guste a los dos, en lugar de exiliarlo al otro cuarto porque quieres ver Mexico?s Next Top Model y él un partido de futbol.
- Salir con tus amigas y citarlo más tarde, después de que ya te echaste unos de tragos, unos tipos te tiraron la onda y traes ambiente.
- Tener sexo durante tu menstruación. ¿Te acuerdas cuando estaban tan urgidos que no importaba?
- Tener tu zona sur siempre bien podadita y en excelente estado. ¡No hay pretextos!
- Preferir tener sexo en lugar de ir a tu clase de kickboxing los sábados por la mañana.
- Sorprenderlo en la regadera porque quieres un poco de amor en el vapor, no porque estás apurada y ya se tardó mucho.
- Halagar su trabajo, su música o su pasatiempo, frente a todos los que se encuentren.
- Ocultarle la mayoría de tus comentarios de drama femenino. Lo más seguro es que él no esté interesado en que «Dani se atrevió a usar ¡un vestido color crema!, en la boda de Ale».
- Ponerte ropa cómoda, pero pegadita los domingos. Ándale, los pants de yoga son igual de confortables que los otros, sólo que, cuando usas los primeros, a él no se le baja la erección.
- Ir a un bar con él por unos tragos un miércoles en la noche y tener una plática larga e inspiradora sobre todos sus sueños y proyectos y? después, cerrar la noche con broche de oro en casa con sexo salvaje y un poco alcoholizado.
- Reírte de sus chistes (los que son pasables).