La icónica librería mexicana Somos Voces, considerada la más grande de temática LGBT en Latinoamérica, festeja el orgullo después de superar la crisis de covid-19 que la mantuvo cerrada y en la incertidumbre por ocho meses.
El establecimiento es parte de la Zona Rosa de Ciudad de México, donde ofrece más de 20.000 títulos de géneros como novela, poesía, cuentos infantiles, estudios de género, ciencias sociales y literatura de voces gay, lesbianas y trans, explica este jueves a Efe Ernesto Reséndiz, integrante del equipo.
“Es la más grande de Latinoamérica porque es la que se mantiene desde hace 12 años de trabajo intensivo y empeñoso, y además es un espacio que, por los títulos que ofrece y las dimensiones físicas, en tamaño es la más grande”, comenta Reséndiz.
Sus estantes ofrecen títulos de pioneros del movimiento, como Oscar Wilde y Walt Whitman, pero también destacan figuras icónicas de la cultura LGBT mexicana como Salvador Novo, Nancy Cárdenas y Luis Zapata.
Reséndiz, quien es parte de la historia de Somos Voces desde que acudía como estudiante de Literatura en 2009, la compara con la librería española Berkana, ubicada en el barrio de Chueca en Madrid.
“Nos han visitado editores españoles LGBT y se sorprenden de Somos Voces porque dicen ‘este lugar es increíble’, porque no solo tiene el espacio de la librería, sino una cafetería y un foro cultural”, afirma.
UN ARCOÍRIS TRAS LA CRISIS
Somos Voces llega al mes del orgullo LGBT, que se celebra en junio, tras superar la crisis de la covid-19, que ha provocado una caída de 50 % en las ventas de libros y el cierre de tres de cada 10 librerías, según datos de la Asociación de Librerías de México (ALMAC).
“Para una librería independiente estar cerrada ocho meses es casi una declaratoria de cierre final, de desaparición y de extinción, en la Ciudad de México han cerrado ocho librerías, algunas de ellas librerías de viejo, otras (eran) librerías independientes similares a Somos Voces”, lamenta Reséndiz.
Ahora el lugar espera recuperarse con las festividades del orgullo, que incluyen una lectura del poeta homosexual Orlando Mondragón con mezcal, una proyección de películas sobre el VIH y un espectáculo de comedia ‘stand up’ el sábado, día de la marcha.
Además, el sitio inició un club de lectura LGBT y en agosto festejará su aniversario con una exhibición fotográfica.
“Afortunadamente nuestra familia y el equipo de trabajo tienen todo el corazón y el entusiasmo para ser resilientes, para levantarnos de la fuerte crisis económica”, expresa Reséndiz.
UN ESPACIO ESENCIAL
El establecimiento también ha demostrado ser un lugar esencial para la comunidad LGBT, que ha afrontado discriminación en la pandemia por el confinamiento y la falta de lugares seguros de esparcimiento.
Aparte de ser una librería y cafetería, es un centro cultural en el que se reúnen grupos de activistas como Opción Bisexual y Divu AC, que promueve la diversidad en la ciencia.
“Este espacio era también un foro de discusión y de crear vínculos y lazos entrañables de las personas y alianzas políticas para el activismo, por ello Somos Voces no es solo un negocio particular, sino un espacio cultural y de activismo muy necesario”, argumenta Reséndiz.
Mientras recorre la librería, Reséndiz presume con orgullo los títulos que atesora, que van desde cuentos que enseñan sobre la diversidad y clásicos de la literatura LGBT mexicana, hasta libros únicos de otros países e historias transgresoras.
El literato expresa que los libros son “un espejo potente” , por lo que en las historias que ofrece Somos Voces “está expresada la diversidad humana con todos sus colores y matices”.
“Es una necesidad básica, de hecho la literatura en sí es diversa, pero impulsar las representaciones de la diversidad en la literatura es una práctica política y estética, desde el arte literario, muy necesaria para reivindicar a colectivos y a poblaciones históricamente invisibilizados”, concluye.