Realizan en el CCS, homenaje póstumo al médico e inventor Andrés Abelino Choza Romero

spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Teniendo como mudo testigo el Meteorito de Bacubirito, se realizó un homenaje póstumo al Dr. Andrés Abelino Choza Romero (1964-2024), quien fue médico e inventor, empresario, prestigiado investigador amante de la ciencia y generoso filántropo sinaloense, quien siempre hizo obras en bien de sus semejantes desde el anonimato.

El emotivo reconocimiento se celebró en la sede del Centro de Ciencias de Sinaloa, en el recinto sagrado del Meteorito de Bacubirito, el cual con sus 20 toneladas es el quinto más grande hasta hoy descubierto en el mundo.

Inventores de todo Sinaloa se dieron cita en el santuario de este pesado fragmento de cuerpo celeste que sobrevivió su paso por la atmosfera para caer en la Tierra.

No podía haber mejor escenario para este merecido homenaje al Dr. Andrés Abelino Choza Romero.

Un notable hombre de ciencias que dejó huella en la vida de Sinaloa, no solo por su creatividad e inventiva, sino por sus virtudes y su amplia participación en la investigación con sentido social y humano, al que siempre impuso su nobleza personal con generosidad y don de servicio, sobre todo con las personas más humildes.

El emotivo homenaje mostró la intensidad del vínculo que unía a Choza con la Red de Inventores Sinaloenses.

Sembró en los corazones y mentes brillantes la semilla de la ciencia como medio para el progreso y la esperanza de un México más justo, semillas sólidas y fértiles, las cuales tienen que germinar en las nuevas generaciones.

Durante el homenaje, a casi un mes de su fallecimiento acaecido el 27 de junio de 2024, el Dr. Andrés Abelino Choza Romero fue recordado con cariño y respeto por su ejemplar trayectoria, con anécdotas que revelaron su poderoso carisma, su buen humor y su inagotable creatividad inventiva que dejó una honda señal para que transiten los que vengan detrás de él.

Al homenaje luctuoso, asistieron sus hijos, hermanos, familiares, compañeros y amigos.
Andrés Abelino Choza Romero fue médico egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara con Maestría en farmacia industrial y Galénica por la Universidad Complutense de Madrid.

En su incansable preparación logro realizar estudios avanzados en farmacología oftálmica, medicina ortomolecular, operación de láser excimer y láser sight Bausch & Lomb y Alcon, interpretación de ultrasonido modo A y B ocular, manejo e interpretación de topografías de Orbscan, Topolyzer y Pentacam, manejo de tomógrafo de coherencia óptica ocular, manejo de microscopia especular, manejo y planeación quirúrgica guiada por paquimetría manual, oftalmología, electrofisiología de retina, láser, refracción y reflexión de haz lumínico con alineación, formulaciones en viales, ungüento, soluciones oftálmicas, nasales, comprimidos, tabletas, cápsulas y fraccionamiento de hidrocarburos mediante hiperoxidación, entre muchas otras especialidades.

Fue socio fundador de Bioactivos y Nutracéuticos de México, S.A. de C.V. (BionutraMX).

Entre los inventos patentados destacan un aparato para dispensar toallas húmedas, una linterna que opera con energía extraída de una solución con electrolitos, cartucho para explosivos, dispositivo emisor de radiación electromagnética acoplable a envases dispensadores tipo roll-on, batería electrolítica y método basado en nebulización para mezclar sustancias, este último registrado en Estados Unidos.

Algunas solicitudes de patentes y modelos de utilidad:

12 MX/a/2013/013287 Formulación oftálmica a base de predisolona y serratiopetidasa, eficaz en tratamiento de procesos inflamatorios.
13 MX/a/2013/013288 Composición oftálmica no esteroidea para pacientes con procesos inflamatorios que incluye ketorolaco y serratiopetidasa.
14 MX/a/2013/013289 Dispositivo para medir PH, oxígeno disuelto y temperatura de superficie ocular.
15 MX/a/2013/013290 Formulación oftálmica a base de serratiopetidasa, eficaz en tratamiento de procesos inflamatorios.
16 MX/a/2014/008314 Procedimiento para mezclar sustancias mediante nebulización.

NECESITAMOS MÁS PERSONAS COMO ANDRÉS CHOZA
“Necesitamos más personas como Andrés Choza, bendecidas con la creatividad y comprometidas con el bienestar común”, señaló el Dr. Rafael Rentería Escobar, director de vinculación para el desarrollo regional de CONFIE al recordar las aportaciones del homenajeado, principalmente en el campo de la salud visual.

El funcionario intervino en representación del Dr. Carlos Karam Quiñónez, director general de la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica e Innovación del Estado de Sinaloa (CONFÍE).

En ese marco aprovechó para reconocer el ímpetu y trabajo de la Red de Inventores Sinaloenses (RIS), a la que consideró pieza clave en el impulso de la innovación en la entidad.

Lamentó que, en Sinaloa hay mentes imaginativas y con mucho ingenio que con frecuencia no cuentan con los medios o la preparación para proteger sus creaciones.

Por esa razón invitó a todas las inventoras y los inventores sinaloenses que aún no han registrado sus patentes a participar en el Programa de Propiedad Industrial en CONFIE para que sus invenciones queden protegidas y contribuyan al desarrollo económico de Sinaloa.

Por su parte, la Dra. Laura Elena Choza Romero, reconocida oftalmóloga de Clínica Oftálmica Laser Choza, inventora y hermana del homenajeado, pidió de fondo la melodía Amor Eterno para hacer sus remembranzas, sumando al indudable legado científico de su hermano, su calidad de persona honesta, trabajadora, incansable y, sobre todo, generosa.

“Nació con dos rasgos sobresalientes: una inteligencia casi genial y una inmensa bondad, las cuales escondía utilizando su innato sentido del humor”, dijo.

“A sus dotes intelectuales agregó desde pequeño la necesidad imperiosa de encontrar la verdad en la naturaleza de las cosas que le rodeaban”, afirmó al destacar que las patentes registradas por Choza fueron forjadas para bien de la humanidad.

Señaló que fue poseedor de enormes ideales por los que jamás dejó de luchar con gran pasión. “Eligió la profesión médica con el ánimo de ayudar al doliente, pero pronto advirtió que esta disciplina tenía límites y se inclinó a la investigación”, narró.

Precisó que sus investigaciones fueron más allá de la farmacología y la ingeniería biomédica sino a la aplicación de la tecnología innovadora siempre al servicio del prójimo con la inocencia propia del niño y del sabio.

Sostuvo que Choza realizó innumerables descubrimientos y creó métodos de diagnóstico y tratamiento en el área de la ciencia cuyas autorías fueron plagiadas por personas cuyo único interés fue el enriquecimiento personal sin importar los medios.

“Es mi ángel de la guarda, mi protector, mi hermano, mi amigo, siempre presente en los momentos difíciles de mi vida”, comentó. Resaltó que gracias a sus consejos sus proyectos fructificaron ampliando los beneficios hacia sus pacientes.

Andrés fue un ser movido por la pasión al trabajo y la energía con la que entregaba su vida a los demás con una convicción religiosa y una fe inquebrantable en Dios, a prueba de toda adversidad.

“Esta descripción no estaría completa sin aludir a la valentía con la que murió: una capacidad para afrontar las vicisitudes sobreponiéndose al dolor físico y moral”, mencionó.

“Por eso, hermano, no hay nada que temer”.

Para concluir citó una frase de la Santa Madre Teresa de Calcuta:

“En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño.”

EL CORAZÓN DE UN INVENTOR GENEROSO
El subdirector de la Red de Inventores Sinaloenses (RIS), Ing. Manuel Fernando Cázarez Pérez, recordó que cuando fungía como director del Centro de Instrumentos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) e iniciaba con un área de patentes, el inventor Álvaro Cota acudió a él y le presentó a Choza en 2006.

Recordó que en ese tiempo Andrés Choza y Álvaro Cota –quienes hacían muchas cosas juntos- crearon una interesante alarma para vehículos y en la actualidad pudo localizar el registro del invento con lo que se elevan a 29 las patentes registradas por el Dr. Andrés Abelino Choza Romero, más las que se acumulen.

Mencionó con nostalgia que duraban horas escribiendo a mano y revisando los manuscritos de los inventos de Choza en el Café Miró, eran documentos extensos de hasta cincuenta hojas para realizar las patentes, sobre todo las formulaciones oftálmicas y había ocasiones en que había que volverlos a hacer ante un nuevo hallazgo en los experimentos.

Apuntó que Choza hacía registros de forma constante y fuerte, llegando a realizar seis registros de patentes al año, lo que implicaba experimentos, estudios clínicos y un trabajo de enorme laboriosidad del que nunca se cansaba. “Es lo que me gusta hacer, me decía”, reveló.

“Desde que lo conocí me di cuenta que tenía una inteligencia fuera de serie y de un enorme corazón, porque toda su obra fue pensada en beneficiar a las personas más necesitadas”, dijo.

Recordó que en 2009 llegó Choza con un tubo de PVC lleno de agujeros y con unas lámparas que consumían menos energía y proporcionaban más calidad para esterilizar el agua. “Esto lo quiero para las familias rurales”, le dijo.

Para probarlo, Cázarez escogió su rancho de origen: “Agua Salada”, rumbo a Guamúchil. Ahí hicieron pruebas a un pozo lleno de microorganismos cuya agua consumía toda la gente de los alrededores. El agua se pasó a un tinaco y se metió el aparato inventado por Choza. Al hacer la prueba se encontró que se habían eliminado por completo los microorganismos con la luz ultravioleta sin el uso de químicos.

“Era un torbellino, llegaba con otra idea cada fin de semana”, expuso. “Del agua paso a un combustible. Oye, ahora estoy probando sistema de ozono para gasificar combustible, y en otra ocasión me llevo una patente especial para su mamá, había desarrollado un dispositivo electrónico para pacientes con incontinencia urinaria”.

Subrayó que muchas de las invenciones realizadas, deseaba regalarlas a la humanidad.
En otra ocasión llegó con otra idea que se convirtió luego en patente cuya invención se engloba dentro del campo de los alimentos funcionales.

Siempre hay gente que está tomando alcohol ¿qué te parece si al alcohol le ponemos algo que además de emborrachar nutra y cure a la gente? – planteó y la idea se convirtió en un invento patentado.

Más adelante, enfatizó que la gran obra de Choza debe perdurar al recordar que, de sus 29 patentes, las más antiguas datan de 2009 y la duración de una patente es de un máximo de 20 años, contados a partir de la fecha de solicitud de la misma según el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

“Cuando un inventor ya no está, esto se hereda a los hijos o a los inventores en una patente, si son dos es 50 y 50, eso marca la ley”, aseveró.

A manera de sugerencia, aunque muchos de sus inventos ya están en el mercado, propuso mejorarlos y registrarlos para continuar su legado.

Recordó que una vez Choca le dijo que los inventos no los harían ricos, sino que encontrarían la fortuna cuando escribieran el libro “La vida alegre de Álvaro Cota”, bromeando con esa chispa tan especial sobre la filosofía de su inseparable amigo inventor.
El evento contó con la intervención musical a cargo del maestro Luis Bustamante y fungió como maestra de ceremonias Rosa Carmina Díaz Medina.

La ceremonia concluyó con la entrega de una constancia de pertenencia póstuma a la Red de Inventores Sinaloenses “Dr. Hugo Hernando Aréchiga Urtuzuástegui”, misma que fue entregada por los socios fundadores Cuauhtémoc Magaña y José Ramírez Villapudua. El reconocimiento para el Dr. Andrés Abelino Choza Romero fue firmado por José Cárcamo Serrano y Manuel Fernando Cázarez Pérez, presidente y vicepresidente de la asociación.

En la entrega también participaron el Dr. Rafael Rentería Escobar y el Ing. Sergio Antonio Álvarez Torres, Presidente del Consejo Directivo de Canacintra Culiacán.

El documento fue recibido por la esposa del homenajeado, Sra. Leticia Jaime Cabrera.
Seguramente Andrés Choza coincidía con Nikola Tesla cuando dijo:

“No creo que haya alguna emoción más intensa para un inventor que ver alguna de sus creaciones funcionando. Esa emoción hace que uno se olvide de comer, de dormir, de todo”.

spot_imgspot_imgspot_imgspot_img
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

García Harfuch descarta uso de coche bomba en explosión de Culiacán

El titular de SSPC indicó que en la explosión ocurrida en la comunidad Limita...

Peso sube ante retroceso del billete verde y desempleo en México

El dólar suele sufrir una debilidad estacional en diciembre, ya que las empresas tienden...

Fuerte explosión despierta a Culiacán

Una fuerte explosión cimbró Culiacán, Sinaloa, hoy martes; los habitantes se encuentran en alerta. Una...

Guanajuato, el estado con más homicidios pese a ‘narcoguerra’ en Sinaloa

Guanajuato, Sinaloa y Edomex fueron las entidades más violentas en octubre y noviembre, según...

Cortés y Coronado, la historia del amor al mar, el arte y la cultura en Navachiste

El mar recogió con suavidad al poeta soñador mazatleco Antonio Coronado Guerrero y se...

Aniversario luctuoso del periodista Jorge Anatolio Medina León

Jorge Anatolio Medina León cubrió una época gloriosa del periodismo de combate y su...

El Dr. Jesús Cuauhtémoc Orozco Carvajal realizó su última checada laboral

En medio de expresiones de afecto, lágrimas, risas, buenos deseos, algarabía, aplausos y cálidos...