Aunque existen muchos motivos por los que las mujeres fingen un orgasmo, el cuerpo no miente
Por increíble que parezca, fingir un orgasmo en cierta etapa de la relación es considerado normal, sin embargo, es muy probable que tu pareja te descubra gracias a estas señales del cuerpo
Tal como lo lees, fingir un orgasmo durante los primeros meses de intimidad con tu pareja es considerado normal debido a que uno de los objetivos de la interacción íntima en esta etapa busca agradar y congraciarse mutuamente.
Además, nadie quiere lastimar la autoestima de su pareja, al menos nadie que goce de una madurez emocional para entablar relaciones sanas, por lo que al principio de la relación es aceptable que finjas un poco el placer puesto que apenas se van conociendo y la ficción juega un rol importante en la conexión.
Esto no quiere decir que deban quedarse en ese sitio, puesto que, conforme al paso del tiempo, la interacción en la cama debe mejorar de acuerdo a las experiencias que han acumulado juntos y el conocimiento que tengas sobre su propio placer y el de la pareja.
Justo aquí queríamos llegar, pues en este punto es bastante sencillo reconocer cuando alguno de los dos está fingiendo el clímax, aunque no lo creas ellos también fingen de vez en cuando.
Señales que te delatan cuando finges un orgasmo
Aunque los hombres también fingen el clímax, quizá tienen menos rango de acción ya que se asocia a la eyaculación con el orgasmo masculino —pero ojo, no siempre van juntos—.
Control total del cuerpo
Cuando el orgasmo aparece en la cama las señales de que está ahí son evidentes e inequívocas: pérdida total o parcial del cuerpo momentáneamente, movimientos espasmódicos involuntarios y reacciones fisiológicas como piel erizada y fluidos sobres las sábanas (en mayor o menor medida), por lo que, si finges un orgasmo es probable que tu pareja te descubra fácilmente.
Ritmo de la respiración
Durante la relación sexual el ritmo de la respiración sube, por lo que es común sentirse agitados, con la boca seca y, quizá, un poco exhaustos. Segundos después de que llega el orgasmo, la respiración agitada disminuye radicalmente dando paso a inhalaciones profundas y relajadas de manera natural ya que el cuerpo necesita oxigenarse lo suficiente para regresar a la normalidad.
La infalible lubricación
Naturalmente a mayor excitación, mayor lubricación, si no hay suficiente humedad, no hay suficiente placer. Lamentamos informarte que estos factores son inseparables, así que tu pareja podría descubrirte de inmediato si no hay lubricante natural de por medio.
Contracciones
Además de la lubricación natural, la vagina experimenta contracciones musculares incontrolables durante el orgasmo mismas que el hombre sentirá en el pene irremediablemente porque son apretones inconfundibles propios del clímax.
Manifestaciones de la piel
Además de las señales que se presentan en el área genital, cuando llega el orgasmo es común sentir que la piel se eriza y los pezones se endurecen momentáneamente, esto debido a los receptores sumamente sensibles de la piel gracias a las terminaciones nerviosas. Al ser manifestaciones involuntarias, es muy probables que tu pareja descubra que estás fingiendo si estas señales no aparecen
Sabemos que nadie quiere herir los sentimientos de su pareja, pero es importante dejar de fingir el clímax si quieres tener una relación satisfactoria y plena, recuerda que la honestidad es fundamental en una relación de pareja.