A lo largo de los meses se ha desplegado la incongruencia en el estado de Sinaloa, primero con los apoyos para el bienestar que no han legado a todos los que se ocupan y después con las purgas internas que se han saldado con la expulsión de militantes.
La estructura electoral del partido está en manos de quienes poco o nada saben de hacer trabajo territorial, la estructura se ha reorganizado en por lo menos tres ocasiones, despidiendo a los COT y dejando a un gran número con deudas de salarios que no les cubrieron.
Esta falta de Partido en el estado es una manera de inmovilizar a Morena Partido y Morena Sin Movimiento, dejando en manos de los burócratas y la burocracia del partido con el control del futuro de la organización al controlar las decisiones; este proceder no es nuevo, se hacía desde el viejo PCM de Corte Soviético Stalineano, hasta al PRD y sus tribus pellejeras.
Ahora se santiguan a los Traidores, a los Mentirosos y a los Ladrones, y sin pena y menos pudor se les coloca en la administración como es el caso del Sr. Gobernador Rubén Rocha Moya, qué pasó de Salinista a Amlover en unos cuantos meses.
El desorden qué hay en el estado, es el que existe en su cabeza, que sigue gobernada por Quirino Ordaz Coppel, quien es quien tiene a la nueva “bancada” de Morena.
En medio de la incongruencia está detener la Reforma a la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa al promulgar una ley que violenta la Autonomía cómo es la Ley General de Educación Superior de Sinaloa, que decreta que el rector tiene que hacer su informe ante el Congreso del Estado, una clara agresión a la Universidad.
Se ha cerrado el camino al diálogo, se ha obstaculizado una salida política, producto de la intención de operar una realidad por encima de la sociedad, desde la burocracia Stalinista de una izquierda oportunista.