Observatorio
Dijo Martín Lutero que “cuando la batalla se recrudece, se prueba la lealtad del soldado”. Sin duda.
Bueno, pues la lealtad política -que para algunos no existe- fue puesta a prueba en la primera comparecencia de los integrantes del Comité de Adquisiciones de Mazatlán que compró lámparas led a sobreprecio de 187 mil pesos por pieza más gastos de instalación, aun y cuando el proveedor había incumplido un contrato anterior y la ley obligaba a la licitación pública.
Imputados y testigos cantaron de lo lindo ante el juez de control que durante horas escuchó revelaciones que lo llevaron a concluir: todos actuaron contra su voluntad por amenazas del ex alcalde Luis Guillermo Benítez Torres que impuso el terrorismo laboral como estilo de gobierno. De las más de 2 mil 500 demandas judiciales vigentes contra la administración municipal, un gran porcentaje es por disputas laborales.
En P23 publicamos desde 2019 los arrebatos de poder que llevaron a Benítez Torres a multiplicar geométricamente su natural soberbia y prepotencia, acotadas en su vida personal por sus propias y múltiples limitaciones intelectuales. Hoy, simple mortal, anda por la vida como espíritu de San Francisco de Asís, invocando lástima y misericordia.
En esta primera salida a los juzgados, los presuntos responsables abordaron la forma pero no llegaron al fondo del asunto, como dicen los magistrados de la Corte que descartaron lo que quedaba del Plan B.
Confesaron que no hubo reunión del comité, que les llevaron el acta a sus oficinas para firma, que las otras propuestas fueron de modestísimas tlapalerías y que el estudio de mercado lo hizo el mismo proveedor, pero no tocaron el tema de la falsificación de firma del alcalde Edgar Augusto González Zataraín que la Fiscalía General de Sinaloa confirmó en esta comparecencia. ¿Quién la falsificó, quién dio la orden…? ¿Quién les llevó los contratos, quiénes los amenazaron con despedirlos..?
Ante la baladronada “no me iré solo” del ex alcalde, surge otra frase que más de uno pudiera echar mano: “que se muera mi abuelita a que me muera yo, que se muera…” El amor verdadero de Nayla “N”, la lealtad del chofer personal y la fidelidad de la ex empleada de toda la vida también estarán en juicio.
Tarde o temprano subirán a esta pasarela el ex alcalde, el tesorero Jesús Javier Alarcón Lizárraga y la sindico procuradora Claudia Magdalena Cárdenas Díaz. El estercolero los espera.
Dijo William Shakespeare: “hay puñales en la sonrisa de los amigos, cuánto más cercanos más sangrientos”. Y si, porque los únicos que traicionan son los amigos.
Saludos cordiales
MM