El pasado sábado 7 de junio de 2025, el pre candidato presidencial de Colombia Miguel Uribe, perteneciente al partido de derecha, centro democrático sufrió un atentado en la localidad de Fontibón, en el occidente de Bogotá mientras realizaba un acto de campaña en un parque a cielo abierto del barrio Modelia.
En este momento Miguel se debate entre la vida y la muerte en la clínica Santa Fe, al norte de la ciudad y en este lugar se han hecho velatones y oraciones por su pronta recuperación. Simultáneamente al desarrollo del hecho, un joven de 14 años fue capturado por la policía nacional como el autor material de este atentado.
Más allá de lo trágico del hecho, el dolor de la familia, la incertidumbre desatada, el manejo amarillista de la prensa y los videos del atentado que circularon por las redes sociales, me ha llamado la atención la procedencia de los pre candidatos de otros partidos que se pronunciaron de diferentes maneras ante el hecho.
Hubo candidatos que se desplazaron al centro médico y de manera inmediata procedieron a realizar videos, declaraciones a los medios sin estar autorizados, haciendo conjeturas del atentado y simultáneamente avivando a la ciudadanía pronunciando discursos de odio a las afueras del hospital.
¡Absolutamente vergonzoso!
Mientras Miguel Uribe se debatía entre la vida y la muerte a la pre candidata de centro derecha Vicky Dávila le pareció oportuno subirse a una camioneta con un megáfono gritando arengas en contra del gobierno.
Otros entre tanto, se presentaron a la clínica a dar su saludo a la familia, en silencio, con respeto, sin aprovechar el espacio mediático, fueron fotografiados por la prensa, y la misma reportó su llegada, sin embargo, no hicieron ningún tipo de declaración, por cuanto no estaban autorizados. Recordemos que, en este caso, la familia y las autoridades son las responsables de realizar las declaraciones a los medios.
¿Cómo se debería actuar entonces?
Señores candidatos, la reflexión desde Colombia es que debemos ser respetuosos, mesurados, oportunos, no oportunistas.
Es importante hacerle saber a la familia su solidaridad y el rechazo del hecho.
En segundo lugar, no hacer declaraciones de ningún tipo respecto de posibles responsables, usted no es investigador, no es autoridad judicial y no conoce los pormenores del atentado.
Si quiere realizar el acompañamiento a la familia, no es necesario que los medios registren su llegada: el respeto y la empatía para con la familia deben ser su prioridad.
Si usted es oposición, no es necesario alimentar discursos de odio, la comunidad en general conoce el hecho, no es necesario ser resonador de miedo.
Si usted es aliado de gobierno, no minimice el hecho, el atentado ocurrió, es grave y se debe instar a las autoridades para que se esclarezca el delito de manera inmediata. No nos alegramos por lo que ocurrió, no se lo merecía, no se lo estaba buscando.
Por último, sea gobierno u oposición la comunicación debe ser clara, concisa. No es necesario, hablar en otro idioma o citar a filósofos (como lo hizo el presidente de Colombia Gustavo Petro en su alocución), es importante que el mensaje quede en la mente de los ciudadanos, desde la esperanza, la bondad y la solidaridad.