“Quise plasmar ese gusto mío y este es el resultado: una mototaxi para la gente”.
Vestido de verde, con botas negras y una sonrisa que contrasta con el clima de inseguridad, Jeferson Castro no sale a las calles para robar la Navidad. Al contrario: la reparte. En su mototaxi —adaptada como un trineo rodante con luces festivas, un reno de plástico y adornos brillantes—, este conductor limeño se ha convertido en una postal urbana que devuelve la esperanza en medio de una capital marcada por el estado de emergencia.
“Motonoel”, la mototaxi que se volvió símbolo navideño
Castro bautizó su vehículo como “Motonoel”, una fusión entre ingenio popular y espíritu navideño que ha ganado notoriedad en su barrio y en distintos puntos de Lima. Desde el techo del mototaxi, saluda a peatones y pasajeros, posa para fotografías y provoca risas entre niños y adultos que, por un instante, dejan atrás el temor cotidiano.
Una herramienta de trabajo convertida en mensaje social
“Es mi herramienta de trabajo”, explica mientras hace una parada. “Quise plasmar ese gusto mío y este es el resultado: una mototaxi para la gente”. Cada mañana, antes de despedirse de su pequeño hijo, se coloca el traje del Grinch en una ciudad donde el calor comienza a intensificarse, decidido a que el miedo no opaque la Pascua.
Navidad en contraste con la realidad de Lima
La escena es tan colorida como contrastante. Las luces navideñas recorren calles con carencias visibles, y la alegría improvisada circula en medio de una realidad compleja. Lima permanece bajo estado de emergencia desde octubre, una medida decretada por el Gobierno para enfrentar el incremento de crímenes y extorsiones que afectan, de manera particular, al sector transporte.




