Un par de jóvenes diseñadores creó un sistema modular de terracota que enfría el aire, un descubrimiento con muchas aplicaciones
El mundo se enfrenta a veranos cada vez más largos y peligrosos, y justo ahora, dos mentes brillantes nos regalan un descubrimiento que suena a ciencia ficción. Se trata de un sistema de módulos de ladrillos apilables que ofrece pequeños refugios con aire más seguro y fresco en plazas, paradas de autobús y patios escolares durante esos días de bochorno sofocante. La clave aquí es que no necesita electricidad de la red, algo verdaderamente notable.
Este concepto, al que bautizaron “bloc°”, nació en Suiza como una respuesta directa a las olas de calor intenso que azotan muchas ciudades hoy. Su objetivo es sencillo pero vital: proteger a la gente que, por obligación o necesidad, debe pasar tiempo al aire libre, ya sea para trabajar, trasladarse o simplemente esperar, incluso cuando las temperaturas se vuelven insoportables. El proyecto se enfoca en quienes están más expuestos.
¿Por qué el calor urbano nos agobia tanto?
Este trabajo innovador surgió del programa de diseño industrial de la Universidad de las Artes de Zúrich (ZHDK), en Suiza. Allí, los estudiantes se dedican a explorar soluciones de adaptación climática, buscando maneras de reducir los efectos dañinos del cambio climático. Los profesores impulsan a los equipos a repensar los objetos cotidianos de la ciudad para que nos cuiden durante un clima que es más húmedo o, francamente, más impredecible.




