Para evitar sospechas, el agraciado tomaba el metro diariamente hasta el estacionamiento donde guardaba un vehículo de alta gama nuevo
Un hombre japonés de 66 años, identificado como ‘S’, ganó 600 millones de yenes (3,8 millones de dólares) en la lotería y decidió ocultar la fortuna a su ahorradora esposa, informa South China Morning Post.
La pareja vive en Tokio con una pensión mensual conjunta de 300.000 yenes (1.900 dólares) y ahorros de 27 millones (172.000), destinados en gran parte al alto costo de vida y a la educación de sus dos hijos. ‘S’ mantenía una rutina sencilla: leer el periódico en una cafetería y comprar billetes de lotería de 300 (2 dólares) yenes cada mañana. Fue precisamente durante una de estas visitas cuando le informaron que debía acudir al banco porque había ganado una suma considerable.
El hombre decidió no revelar la verdad a su esposa, a quien solo le dijo que había ganado 5 millones de yenes (32.000) para remodelaciones del hogar, mientras, en secreto, comenzó a disfrutar de lujos: compró un auto de alta gama, reservó estadías en exclusivos resorts de aguas termales y viajó por todo Japón, gastando 18 millones de yenes (116.000) en solo seis meses. Para evitar sospechas, tomaba el metro diariamente hasta el estacionamiento donde guardaba su vehículo nuevo y seguía vistiendo ropa vieja, manteniendo hacia afuera una vida aparentemente moderada.
Culpa y soledad
Sin embargo, esta doble vida pronto le generó culpa y soledad. Durante sus viajes veía a familias disfrutando juntas y recordaba el destino de su propio padre, quien murió solo tras un divorcio y una quiebra. Estas reflexiones lo llevaron a concluir que su malestar provenía de la riqueza repentina, aseguró que, si el dinero hubiera sido fruto de su esfuerzo, se sentiría orgulloso, pero la fortuna inesperada solo le despertaba emociones negativas y recuerdos dolorosos.
Finalmente, ‘S’ acudió a un planificador financiero y decidió invertir casi 500 millones de yenes (3,2 millones) en un seguro, nombrando beneficiarios a su esposa e hijos, con la esperanza de brindarles seguridad en el futuro.




