La marcha de la Generación Z avanzó hacia el Zócalo de la Ciudad de México entre bloqueos, denuncias de represión y enfrentamientos con elementos de seguridad.
Desde primeras horas, la capital registró afectaciones viales por el paso del contingente, cuyo pliego petitorio exige mayor participación ciudadana, mecanismos de revocación, reformas profundas al sistema de justicia, transparencia y la desmilitarización de la seguridad interna.
“El llamado es a marchar de forma pacífica y ser escuchados”, señalaron los organizadores en redes sociales.
Durante el arribo del contingente a Palacio Nacional, un grupo de jóvenes escaló la valla metálica de tres metros colocada frente al recinto y comenzó a golpearla con la intención de derribarla.
Poco después, los manifestantes denunciaron acciones de represión por parte del gobierno federal, al asegurar que elementos de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y polvo de extintores desde el interior del cerco.
En respuesta, algunos jóvenes lanzaron cohetones por encima de las vallas, mientras policías y militares mantuvieron la dispersión de gases desde atrás del muro que protege el recinto histórico. La situación obligó a una parte del contingente a replegarse entre nubes de gas y presencia de fuerzas antimotines.
Manifestantes y encapuchados lograron abrir una de las vallas colocadas frente a Palacio Nacional e ingresaron a la explanada resguardada por elementos de seguridad.
En respuesta, fuerzas federales replegaron al grupo con gas lacrimógeno para impedir que avanzaran hacia el recinto, luego de varios intentos por dar portazo.




