El cantautor sinaloense sigue activo, entregado a Dios y a la música, su pasión.
Jesús Antonio Valenzuela Vega, mejor conocido como Antonio de Jesús, alcanzó la fama internacional en las décadas de los 80 y 90.
Nacido en San Ignacio, Sinaloa, pero criado desde niño en la sindicatura de Costa Rica, sus éxitos de autoría se escucharon en todo el mundo, como “Te quiero más y más”, “Cosa de locos”, “Sígueme” y “Déjame ser”, por citar algunos.
Siendo muy joven, era tanta su popularidad que fue invitado de honor en programas de televisión como “Siempre en Domingo”, XETU y la OTI Internacional.
Celebridades de gran prestigio interpretaron sus composiciones, como Ray Conniff, Herb Alpert, Esthela Núñez, Frankie Ruiz y Graciela Beltrán.
Antonio de Jesús es invitado con frecuencia a conciertos internacionales fuera de México, como en Colombia, Chile y España, donde goza de una popularidad y un gran cariño del público que corea sus canciones sin parar.

Su sencillez y carisma han hecho que sea bienvenido y recordado a través del tiempo; por cierto, las redes sociales se inundan de comentarios alentadores para el artista.
“Hace mucho que no lo escuchaba, pero es una voz hermosa y todos sus temas son realmente admirables y románticos”, expresó Nilvia Escolana.
Sus admiradoras recuerdan que, de jovencito, se iba seguido a disfrutar las playas de Ponce (Eldorado, Sinaloa), donde saludaba a la gente sin poses y con mucha humildad, a pesar de la gran popularidad que gozaba.
Antonio se siente un hombre afortunado y agradecido con el público, pero, como él mismo dice: “más con Dios”, en quien ha encontrado un gran refugio y fuente de paz e inspiración, componiendo emotivas alabanzas que llegan al corazón, mensajes de amor universal y hermandad.
Para quienes piensan que el cantautor de
Costa Rica, Sinaloa (como muchos lo conocen), está en el olvido y el abandono, están equivocados. Sigue activo en la música, con su propio estudio de grabación y una guitarra que no suelta, pues es su fiel compañera.
Sobre la salud del artista, reportan sus seguidoras que últimamente se ha mermado un poco, pero nada de gravedad, por lo que esperan que siga con ese gran entusiasmo que lo caracteriza, gracias a su inquebrantable fe y amor.
Hasta aquí mi reporte y un afectuoso saludo, paisano Antonio de Jesús, y a los lectores de Fuentes Fidedignas.





