Culiacán, Sinaloa. — En sesión ordinaria del Congreso del Estado, la Diputada Paola Gárate Valenzuela, integrante del Grupo Parlamentario del PRI, lanzó un llamado enérgico al Gobierno Federal para que atienda con responsabilidad, seriedad y justicia la grave crisis que enfrenta el campo sinaloense y nacional, particularmente los productores de maíz que demandan un ingreso objetivo de 7 mil 200 pesos por tonelada.
Durante su posicionamiento en tribuna, la legisladora señaló que el actual precio ofrecido de 6 mil pesos no solo es insuficiente, sino que refleja la desconexión de la Federación con la realidad de quienes producen los alimentos en México. “Ese precio no cubre los costos de producción y deja en el abandono a miles de familias campesinas”, expresó.
Gárate recordó que durante la reciente visita de la presidenta de la República a Mazatlán, los productores intentaron expresarle su problemática, y aunque se comprometió a enviar al Secretario de Agricultura, el diálogo fue una simulación. “Ese funcionario vino, escuchó, recogió las mismas demandas… y se fue diciendo que se las llevaría a la presidenta”, puntualizó.
La situación se agravó una semana después. Tras un paro nacional de productores en más de 20 estados, el mismo secretario impidió el ingreso a las oficinas de la dependencia federal a los dirigentes campesinos sinaloenses, entre ellos Baltazar Valdez, cuando se celebraba una reunión con líderes del campo de todo el país. La legisladora calificó el acto como “un gesto autoritario y provocador que excluyó deliberadamente a quienes encabezan legítimamente la lucha del campo”.
La Diputada Gárate enfatizó que el problema del campo va más allá del precio del maíz, por lo que presentó una propuesta integral de nueve ejes para transformar las condiciones de vida de los trabajadores agrícolas. Entre ellos destacó: Acceso al sistema de seguridad social para campesinos; Inversión en productividad y tecnología agrícola; Asociaciones campesinas integradas en cadenas de valor; Esquemas de negociación conjunta y justicia en el mercado; Planes para adaptación al cambio climático; Impulso a la investigación y desarrollo tecnológico; Estrategias para aprovechar mercados globales; Fortalecimiento a pequeños y medianos productores; Estímulos para la producción de alimentos esenciales como el maíz.
“El campo no quiere dádivas. Quiere reglas claras, trato digno y políticas públicas que le den certeza y futuro. Y antes de cualquier política, lo primero es respetar al pueblo campesino”, concluyó.
Con este posicionamiento, la Diputada Paola Gárate refrendó su compromiso con los productores de Sinaloa y exige que las decisiones sobre el campo se tomen con base en la realidad, y no en la arrogancia o la indiferencia institucional.




