El legislador oficialista detalla que los Emiratos Árabes cubrirán su vuelo en la aerolínea Emirates por la “solidaridad” que ha mostrado hacia la causa palestina
El morenista Gerardo Fernández Noroña ha explicado —un día después de haber hecho el anuncio— los motivos de su solicitud de licencia al cargo de senador de la República. En una conferencia en la Cámara Alta, Noroña, uno de los pesos pesados del oficialismo que no esconde sus aspiraciones presidenciales, ha señalado que hará un viaje de nueve días a Palestina. Partirá este miércoles y volverá el 2 de noviembre, ha explicado. El senador ha indicado que su viaje lo cubrirán los Emiratos Árabes Unidos, en respuesta a “la solidaridad” que ha mostrado Noroña con la causa palestina. “Es un viaje que yo había retrasado”, ha relatado. “Ahora, dado que no se ha cumplido el alto al fuego, continúa el genocidio al pueblo palestino, ha vuelto el bloqueo a la ayuda alimentaria y es muy grave la situación, reprogramamos el viaje”, ha añadido.
Un político polémico, por su estilo irreverente y provocador, Noroña soltó la noticia de que se separaría del Senado la noche del lunes durante una de sus rutinarias transmisiones por redes sociales. En un mensaje lacónico, el aún legislador no explicó los motivos de su decisión, lo que alimentó las especulaciones. Noroña solo adelantó que sería un permiso temporal y que obedecía a que tenía un trabajo que le requería tiempo. Lo que sí remarcó fue que nada tenían que ver las polémicas recientes que lo han puesto en el ojo del huracán, y que lo han confrontado incluso con la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien la mañana de este martes, consultada por el anuncio de su correligionario, dijo que prefería no opinar.
Noroña ha explicado que, si bien no era necesario solicitar licencia para hacer un viaje tan corto, ha reconocido que su visita a Palestina no está relacionada con su trabajo legislativo, amén de que hay una “observación absoluta” sobre él. El senador se ha referido a las “campañas en su contra”, pero ha negado que menoscaben el respaldo de la gente hacia él. También ha negado tener fricciones con la presidenta Sheinbaum. “Estoy bien con mi grupo parlamentario, estoy bien con mi compañera presidenta, estoy bien con el movimiento, estoy muy contento, las cosas van funcionando muy bien”, ha afirmado.
Es innegable que el escrutinio sobre los pasos de Noroña y la presión sobre el partido en el Gobierno habían aumentado en las últimas semanas. Primero, se descubrió que es dueño de una casa de 12 millones de pesos en el Estado de Morelos, lo que encendió el debate sobre su congruencia como militante de Morena, que profesa la humildad en el servicio público. Curiosamente, él mismo presumió esa casa en una de sus transmisiones de video y eso desencadenó la bola de nieve.
Luego vino otra polémica por las donaciones que el senador recibía, precisamente, a través de esas transmisiones en vivo de parte de sus simpatizantes, muchos fuera de México. La extraña triangulación puso de relieve el hecho de que los legisladores tienen muchas restricciones para recibir ingresos económicos ajenos a su trabajo parlamentario, máxime cuando las fuentes son opacas.
Es la misma duda que ahora se alza con su viaje a Palestina. Noroña ha informado de que los Emiratos Árabes, a los que ha calificado de “generosísimos”, le pagarán su vuelo en la aerolínea Emirates. El legislador ha detallado que sostendrá reuniones de trabajo en el país árabe, pero que fundamentalmente hará recorridos por comunidades de Palestina y se reunirá con autoridades de su Gobierno.
La última polémica de Noroña surgió de un viaje que hizo al Estado de Coahuila en un avión privado. El exclusivo flete está rodeado de incógnitas. Primero, el senador dijo que lo había rentado, en cuyo caso habría pagado 14.000 dólares. No obstante, la aeronave tiene placas de Estados Unidos y no puede ofrecer en México el servicio de taxi aéreo, lo que apunta a que, en realidad, un tercero le financió ese viaje, otra falta prohibida para los legisladores.
Noroña llegó al Senado, que presidió durante un año, gracias a un acuerdo suscrito con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la hoy mandataria, Sheinbaum. Desde la altura de la tribuna, tuvo salidas de tono y se condujo de manera muy desafiante hacia la oposición. La tensión llegó a un punto crítico cuando el dirigente del PRI, también senador, también polemista, Alejandro Moreno, agredió físicamente a Noroña.