Una falla en una línea de transmisión afectó hogares, restaurantes, tiendas, hoteles, el servicio de internet y semáforos en Campeche, Quintana Roo y Yucatán
Habitantes de Yucatán, Quintana Roo y Campeche sufrieron un megaapagón que paralizó sus actividades al dejar sin energía eléctrica hogares, escuelas, restaurantes, comercios, hoteles, calles y avenidas.
Además, se cayó el internet y en las zonas urbanas hubo caos vial porque los semáforos dejaron de funcionar. Al cierre de esta edición, Luz Elena González, secretaria de Energía, informó que a las 20:40 horas se normalizó al 100% el suministro de energía.
La CFE explicó que el apagón se originó luego de que a las 14:09 horas hubo una falla en una línea de transmisión, derivada de trabajos de mantenimiento. Afectó nueve centrales y a dos millones 276 mil usuarios en los tres estados.
El IMSS reportó que puso en funcionamiento las plantas generadoras de sus hospitales, pero suspendió servicios como hemodiálisis y cirugías programadas hasta que regresó la electricidad.
En Yucatán, donde también hubo fuertes lluvias que anegaron algunas colonias, las tiendas, centros comerciales y restaurantes cerraron, y la policía tuvo que redoblar la vigilancia y apoyar en labores de vialidad.
En Quintana Roo, que registró temperaturas superiores a 30 grados Celsius, el apagón afectó la zona hotelera de Cancún, el servicio de telefonía celular y el de internet. Negocios pequeños y medianos bajaron sus cortinas y sólo las cadenas de supermercados operaron de manera normal gracias a sus plantas de energía.
Megaapagón paraliza la península de Yucatán
PENÍNSULA DE YUCATÁN.— Un megaapagón se registró ayer por más de seis horas en Yucatán, Quintana Roo y Campeche, paralizando las actividades de millones de personas.
La interrupción del suministro fue generalizada, a diferencia de las fallas diarias que se registran en zonas específicas de Yucatán, lo que generó un estado de emergencia en la región desde las 14:19 horas.
El cese provocó consecuencias inmediatas como que los semáforos se detuvieran, generando caos vial, así como la caída del servicio de internet, lo que dejó a miles de habitantes incomunicados.
Además, los comercios se vieron obligados a bajar cortinas debido a que no contaban con los medios necesarios para atender el público, incluso los restaurantes comenzaron a vaciarse, ya que los comensales optaron por abandonar las instalaciones
y regresar a sus hogares.
Una situación similar vivió el IMSS en la península de Yucatán, que tuvo que usar sus plantas de emergencia para las áreas prioritarias de los estados.