Los habitantes de Jabárovsk, en el Lejano Oriente ruso, fueron sorprendidos por una enorme masa de nubes que se divisó desde diferentes puntos, como un muro por encima de la ciudad. Como si se tratara de un ‘tsunami’ congelado en el aire, esta impresionante y poco común formación atmosférica se produce por un cambio drástico de temperatura, cuando el aire caliente del mar se enfría y se condensa, y asciende rápidamente, casi de forma vertical. Suele preceder vientos intensos, lluvia o tormentas.