Hoy lunes se cierra el registro de aspirantes a las dirigencias de los comités directivos municipales del PAN, y en Culiacán dos nombres aparecen en la boleta: Eduardo Ortiz Hernández y Fernando García, quienes buscan ser el relevo de Silvia Ramírez al frente del blanquiazul. En medio de un escenario político y social complicado, el registro de Ortiz representa una bocanada de aire fresco para Acción Nacional en la capital sinaloense.
No se trata de un improvisado ni de un recién llegado. Eduardo Ortiz Hernández, nacido en Culiacán el 26 de noviembre de 1963, es un político con amplia trayectoria y con una formación académica de primer nivel: licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Guadalajara, con especialidad en Derecho Corporativo por la Universidad Panamericana y estudios de Alta Dirección de Empresas en el IPADE. Su perfil conjuga el conocimiento jurídico, la experiencia empresarial y el compromiso social, virtudes que lo colocan como un aspirante de lujo en una contienda que marcará el rumbo del PAN en la ciudad.
Ortiz ha tenido un paso destacado tanto en el sector privado como en el servicio público. Fue presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Culiacán entre 2001 y 2003, presidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio Servitur de Sinaloa en 2004 y coordinador del Instituto de Planeación del Ayuntamiento de Culiacán. En la arena legislativa, fue diputado local en la LVIII Legislatura del Congreso de Sinaloa y, más tarde, diputado federal en la LX Legislatura, representando al V Distrito. Su experiencia le ha permitido conocer de cerca los retos de la ciudad, el estado y el país.
En 2010, como candidato del PAN a la presidencia municipal de Culiacán, no alcanzó el triunfo, pero tras la victoria de Mario López Valdez en la gubernatura fue nombrado Secretario de Desarrollo Económico de Sinaloa. Desde esa trinchera mostró resultados concretos: en 2012, Sinaloa obtuvo el Primer Lugar Nacional en Desempeño en Generación de Empleo, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo Federal. Ese mismo año, logró atraer 114.6 millones de dólares en inversión extranjera directa, la cifra más alta registrada hasta entonces. También presidió la Comisión de Atracción de Inversiones de la Asociación de Secretarios de Desarrollo Económico de México. Su gestión se distinguió por combinar la visión empresarial con la responsabilidad social, respaldando a emprendedores y abriendo espacios para que Sinaloa se consolidara como un estado atractivo para la inversión.
El contexto que hoy enfrenta el PAN en Culiacán es complejo. La capital vive una crisis de seguridad que ha alcanzado incluso a hospitales, un desgaste económico que golpea a familias enteras y una desconfianza ciudadana que exige liderazgos sólidos. Además, el partido se encuentra en la antesala del 2027, año crucial para definir el futuro político de Sinaloa. No se trata solo de elegir a un dirigente municipal, se trata de preparar al PAN para ser opción real frente al desgaste del poder en turno.
Es ahí donde el perfil de Eduardo Ortiz destaca. Su trayectoria probada, su visión integral y su credibilidad lo convierten en la mejor carta para encabezar al partido en la capital. Más que un dirigente de coyuntura, es un líder capaz de tender puentes entre el PAN y la sociedad, de reconciliar al partido con sus bases y de proyectarlo hacia el futuro.
Fernando García también ha manifestado su interés en participar, pero la diferencia entre ambos perfiles es evidente. Ortiz es experiencia, resultados y visión de largo plazo; es un político que ha demostrado capacidad de gestión y que puede darle rumbo a un PAN que necesita más que nunca orden y liderazgo.
Decía Manuel Gómez Morin, fundador del PAN: “Un partido político vale lo que valen sus hombres”. Hoy, Acción Nacional en Culiacán tiene en Eduardo Ortiz a un hombre de valor probado, con méritos suficientes para ser considerado un candidato de lujo a la dirigencia municipal.
