Ramón Reyes Cabanillas y “AC Frezita”: una empresa con aire humano, visión clara y constancia como bandera

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En el competitivo mundo de los servicios automotrices, hay nombres que se ganan un lugar no por campañas de mercadeo rimbombantes, sino por el valor de su palabra, la eficiencia de su trabajo y el respeto hacia quienes lo rodean. Ese es el caso de Ramón Reyes Cabanillas, propietario de “AC Frezita”, un taller especializado en aire acondicionado automotriz que se ha convertido en uno de los referentes más sólidos de su rubro en Culiacán, Sinaloa.
Desde su modesto inicio hasta convertirse en un taller que atiende un promedio de 60 vehículos diarios, la historia de Ramón no solo es de éxito, sino de coherencia, trabajo honesto y una visión profundamente humana de lo que debe ser un negocio.
Su vida dio un giro radical, cuando cambió del Derecho al Ducto, pero fue, como él mismo dice: una elección de vida. Aunque estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Sinaloa siguiendo los pasos de su padre, el juez Rigoberto Reyes Martínez, Ramón pronto entendió que su vocación no estaba en los tribunales. “No tenía la paciencia que él tiene”, dice con sinceridad. En su lugar, optó por seguir lo que realmente le apasionaba desde joven: los vehículos y su mecánica.
Trabajó más de 15 años con David Abraham Vizcarra Cebreros, dueño del Taller de Refrigeración Automotriz “Polar del Humaya”, a quien agradece profundamente por su formación. Fue ahí donde se forjó su conocimiento técnico, pero también su filosofía: hacer las cosas bien, rápido y con honestidad.
El nombre de su empresa “AC Frezita” tiene historia y carácter. Bautizó así a su taller como un reflejo de una combinación que se ubica entre lo técnico y lo personal: “AC” por aire acondicionado, y “Frezita” por el apodo que me pusieron en la universidad”, cuenta Ramón entre risas. Ese mote, que inició como broma por su estilo para vestir, hoy se ha convertido en una marca respetada y reconocida.
Para Ramón los pilares del éxito son la constancia y la transparencia. Uno de los puntos que distingue a “AC Frezita” es la honestidad absoluta con el cliente. No hay presupuestos escondidos, cargos extra sorpresivos ni letra chiquita. Ramón lo explica sin rodeos: “Aquí es lo que es. No hay enredo. El precio es claro, con garantía por escrito.”
Pero más allá de eso, lo que ha sostenido el crecimiento constante del negocio es la constancia. En palabras del propio Ramón: “No se trata solo de vender, se trata de saber comprar, resolver rápido, y repetir lo bien hecho todos los días.”
Esa constancia se ve también reflejada en su modelo de operación. Mientras muchos talleres piden días para cambiar un evaporador, en “AC Frezita” el trabajo puede estar listo en una hora y media. ¿La clave? Tener refacciones de todos los modelos disponibles al instante, nuevos y usados, y una operación ágil que no depende de terceros.
Reyes Cabanillas ha impulsado una cultura laboral distinta donde todos reman parejo. En un ambiente donde todavía predomina el modelo autoritario del patrón que solo da órdenes, Ramón marca una diferencia sustancial: se considera un trabajador más de su equipo.
“Yo soy como ayudante de ellos. Estoy en todo. Desde redes sociales, atención al cliente, importación de piezas, hasta soldar o empacar compresores”, dice.
Además, su equipo de 11 personas disfruta de un ambiente laboral sano: desayuno y comida diaria, sueldo fijo y comisiones, pero, sobre todo, respeto.
La clave, según él, es clara:
“Muchos patrones castigan al trabajador. Yo no. Yo creo en el buen ambiente laboral. Aquí somos equipo.”
Incluso dentro del taller, los trabajadores cuentan con espacios para relajarse, como un futbolito, una mesa para billar y un tablero para el tiro al blanco con dardos. Es una señal de que, para Ramón, la productividad no está reñida con la calidad de vida.
Por supuesto, tiene una filosofía de servicio centrada en el cliente porque, para Ramón, el respeto también se traslada al usuario o consumidor. Desde explicarle el diagnóstico con palabras sencillas, hasta enviar videos del trabajo en proceso para dar transparencia total, la filosofía es clara:
“El cliente viene a que le resuelvas, no a que le des más problemas.”
En tiempos de desconfianza generalizada hacia los talleres mecánicos, “AC Frezita” se ha ganado la fidelidad de miles gracias a ese enfoque humano y directo.
Hay que destacar el uso de las redes sociales como herramienta clave para difundir sus servicios. Una de las estrategias más efectivas que ha utilizado Ramón es el uso inteligente de redes sociales. Allí comparte videos, precios, procesos, piezas, tips y testimonios. No sólo eso, también otros colegas del gremio siguen sus publicaciones como referencia para mejorar sus propios procesos.
“Me critican que pongo los precios, pero a mí me ha funcionado. La gente agradece la claridad.”
Prueba de ello, es la descripción que diariamente publica de los trabajos realizados, sobre todo los más elaborados, en facebook.com/ACFrezita/ e instagram.com/freziitacabanillas, entre otras redes sociales.
Ramón es un empresario joven y más allá del negocio es indispensable subrayar su visión de vida. Cuando se le pregunta si esta vida era la que imaginaba, Ramón responde con franqueza:
“Yo sabía que la iba a hacer, pero me superé. No pensé que tanto.”
Hoy “AC Frezita” no solo es un taller exitoso, sino un modelo de negocio basado en principios, donde la constancia, la honestidad y el buen trato son las herramientas principales.
Y para quienes empiezan, su consejo es directo y poderoso:
“No le tengan miedo. Háganlo bien, no echen mentiras y sean constantes. Cuando repites lo bien hecho, los resultados llegan.”
Su negocio se encuentra ubicado en Calle Humaya Diamantes Número 1856, Colonia Infonavit Humaya, entre la avenida Obrero Mundial y el Boulevard Dr. Enrique Cabrera.
No cabe duda que, Ramón Reyes Cabanillas, es un líder que lidera con el ejemplo porque representa una nueva generación de empresarios mexicanos: aquellos que no se forman solo en aulas, sino en el trabajo diario; que valoran a su gente, que respetan a sus clientes, y que entienden que la reputación se construye con acciones pequeñas, repetidas todos los días.
Hablar con él es fácil, puedes comunicarte al número telefónico 667 154 0552 o a su correo electrónico: lic.ramonreyes@hotmail.com
“AC Frezita” no es solo un taller de aire acondicionado. Es un ejemplo de cómo hacer empresa en México con visión, ética y compromiso humano.
Y eso, como bien dice Ramón, “está bien chingón.”

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