De 1959 a la fecha las décadas se han acumulado, y las derrotas también, el turismo, esa industria sin chimeneas a la que apostó Cuba ha sido su mayor derrota.
La actual crisis de credibilidad no se entendería, sin la estructura industrial del país atrasada y sufrir en el espejismo del Progresismo en sus entrañas.
En dos ocasiones he estado en Cuba, en una me adentre hasta Santa Clara, y en la otra, deambule por las calles de Habana, en el caos del turismo y la bolsa negra.
Cuba requiere del fin del Parlamentarismo, tiene que volver al voto directo y la No Reelección.
No dudo, como le comenté a un dirigente cubano, que hay ciudadanos honestos en Cuba, pero tienen que llegar al poder, incluso con el partido único, pero sin listas ni control, porque lo que padecemos en Cuba, al igual que en todos los países, es que las purgas internas y el favoritismo, las crisis de Recomendados, es lo que está hundiéndose como humanidad.
La juventud cubana al igual que el resto del mundo tiene que soportar a los Corruptos en el poder. A los lambiscones, a los conservadores, y hoy esa crisis ha tocado fondo.
Por eso debe terminar la Partidocracia, el control de las listas internas y desaparecer el parlamentarismo, y con él las Federaciones y las Monarquías.
No hay modelo Comunista, ni capitalista, en Cuba o en cualquier parte que se salve del conservadurismo, por eso hay que acabar con él con la renovación constante de las élites, no por viejos, sino por retrógradas.
El sector primario y terciario no tienen el potencial suficiente, la Revolución está con la Generación de Valor agregado con la industria, con el valor de cambio no con el de uso de las mercancía, no se puede seguir apostando por el “Comunismo de Mercado” o el Neoliberalismo, eso es lo que ha distanciado a Cuba de su juventud y a no pocos países del mundo también.