Estos productos, asociados a deforestación, sequía y emisiones contaminantes, enfrentan creciente escrutinio por su impacto ecológico.
La creciente demanda de productos considerados saludables o gourmet, como el aguacate, el salmón o el chocolate, está generando un alto costo ambiental en diversas regiones del mundo.
De acuerdo con un informe de National Geographic retomado por Infobae, estos alimentos encabezan la lista de productos con mayor huella ecológica debido a su vínculo con la deforestación, pérdida de biodiversidad, contaminación hídrica y la emisión de gases de efecto invernadero.
Aguacate: Sequía y conflicto por el agua
Uno de los ejemplos más significativos es el aguacate. Su producción intensiva en países como México y Colombia requiere grandes cantidades de agua: cerca de 1,981 litros por kilo, según datos de Water Footprint Network.
En algunas comunidades rurales, como Quindío, Colombia, se han reportado reducciones severas en el suministro de agua tras la expansión de cultivos. Investigadores advierten sobre la necesidad urgente de una gestión hídrica más eficiente para evitar la sobreexplotación de fuentes de agua dulce.
Cacao: Deforestación
El cacao, ingrediente base del chocolate, también representa una amenaza considerable al medio ambiente. Aunque la mayoría del agua utilizada proviene de lluvias, la principal preocupación gira en torno a la deforestación. En Costa de Marfil, se ha perdido el 90% del bosque primario por este motivo.
Según el World Resources Institute, producir un kilo de chocolate negro puede emitir hasta 10,000 kilogramos de CO₂. Investigadores proponen como alternativa la agroforestería, que incorpora especies nativas en las plantaciones para restaurar el equilibrio ecológico.
Salmón: Eutrofización y sobrepesca
El salmón, altamente demandado en dietas saludables, proviene en su mayoría de granjas marinas. Estas instalaciones, especialmente en Noruega, concentran más del 80% de la producción global y han sido señaladas por generar eutrofización en los ecosistemas marinos, debido al exceso de desechos y piensos.
Además, su alimentación se basa en otras especies marinas, lo que ejerce presión adicional sobre recursos pesqueros ya sobreexplotados.