El presidente estadounidense Donald Trump logró una importante victoria la mañana de este martes con la aprobación por estrecho margen en el Senado de su colosal proyecto de ley de presupuesto, que incluye fondos para su política migratoria, exenciones fiscales, impuesto a las remesas y recortes a la cobertura médica.
El presidente estadounidense Donald Trump logró una importante victoria la mañana de este martes con la aprobación por estrecho margen en el Senado de su colosal proyecto de ley de presupuesto, que incluye fondos para su política migratoria, exenciones fiscales, impuesto a las remesas y recortes a la cobertura médica.
Después de dos días de sesiones maratonianas, el resultado fue muy reñido.
Tras una sesión que duró más de 24 horas, el Senado de Estados Unidos aprobó también el un gravamen de 1% a las remesas que envían los migrantes a sus familias en el extranjero, como parte del proyecto de ley denominado “The One, Big, Beautiful Bill”.
El Senado de Estados Unidos redujo drásticamente el impuesto a las remesas de 3.5% al 1% al adoptar este martes el megaproyecto de ley de presupuestos.
El texto, bautizado por el presidente estadounidense Donald Trump como “ley grande y hermosa”, volverá ahora a la Cámara de Representantes, donde en mayo los congresistas habían fijado este gravamen en 3.5 por ciento. Ese porcentaje, aunque alto, era inferior al 5% previsto en la versión inicial del proyecto de ley.
“Se impone a cualquier transferencia de remesas un impuesto equivalente al 1% del importe”, se lee en el texto adoptado por los senadores por estrecho margen.
Si la Cámara de Representantes da luz verde se aplicaría a las transferencias realizadas a partir del 31 de diciembre de 2025.
Debe pagarlo el titular de la transferencia. No se aplicará si el dinero procede de una cuenta bancaria en Estados Unidos o se realiza con una tarjeta de crédito o débito emitida en el país.
El impuesto queda limitado a las transferencias en dinero en efectivo y en “instrumentos similares”, por ejemplo un cheque de caja.
A pesar de una mayoría republicana de 53 de 100 escaños, la votación terminó en un empate 50-50 y fue el vicepresidente JD Vance quien tuvo que emitir el voto final a favor, como lo exige la Constitución.
Una muestra más de la fuerte oposición que despierta, incluso dentro de su propio partido.
La ley “hermosa y grande”, como la bautizó Trump, volverá ahora a la Cámara de Representantes, donde se enfrenta al rechazo de los demócratas y de muchos republicanos opuestos a los drásticos recortes.
El republicano de 79 años se puso el 4 de julio, feriado nacional que celebra el Día de la Independencia, como fecha tope simbólica para promulgarla.
Explosión del déficit
El texto prevé prolongar los enormes créditos fiscales adoptados durante el primer mandato de Trump (2017-2021), elimina el impuesto a las propinas e incluye miles de millones de dólares adicionales para defensa y control migratorio.
Tanto expertos como políticos prevén que dispare el déficit federal.
La Oficina de Presupuesto del Congreso, responsable de las evaluaciones imparciales del impacto de los proyectos de ley en las finanzas públicas, estima que incrementaría la deuda en más de 3 billones de dólares para 2034.
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Para compensarlo parcialmente, los republicanos prevén recortar Medicaid, el programa público de seguro médico del que dependen millones de estadounidenses de bajos ingresos.
También se plantean reducir el programa SNAP de ayuda alimentaria y desmantelar los incentivos fiscales para las energías renovables adoptados durante el mandato del expresidente demócrata Joe Biden.
Donald Trump, quien ha hecho de este proyecto de ley una pieza clave de su programa económico para este segundo mandato, enfrenta sin embargo las marcadas reticencias de algunos senadores de su propio partido, temerosos de los riesgos electorales de estos recortes importantes. Finalmente tres de 53 se opusieron.
A estas reticencias se ha sumado la frontal oposición de Elon Musk, la persona más rica del mundo y exasesor de Trump que se enemistó con el presidente precisamente por este proyecto de presupuesto.
Además el sudafricano llamó a organizar una nueva formación política llamada “Partido América” si se aprueba el proyecto de ley.
Trump reaccionó con amenazas.
“No lo sé. Tendremos que examinarlo”, declaró el presidente a los periodistas en la Casa Blanca cuando le preguntaron si consideraría deportar a Musk, nacido en Sudáfrica aunque también tiene las nacionalidades estadounidense y canadiense.
Trump también afirmó que la comisión de eficacia gubernamental (DOGE) dirigida por Musk hasta finales de mayo podría centrarse en los subsidios del fundador de Tesla y SpaceX.
“Quizás tengamos que imponerle DOGE a Elon. ¿Saben qué es DOGE? DOGE es el monstruo que podría tener que volver y devorar a Elon”, añadió.