Andrea se formó inusualmente más al norte y al este en comparación con tormentas con nombre anteriores, sobre una zona de aguas oceánicas más cálidas de lo normal.
Una zona de tiempo tormentoso en el océano Atlántico, entre las Bermudas y las Azores, se convirtió en la tormenta tropical Andrea la mañana de este martes, la primera con nombre de la temporada de huracanes 2025 del Atlántico, según el Centro Nacional de Huracanes.
Andrea no representa una amenaza para tierra firme. La tormenta se encuentra aproximadamente a 1.930 kilómetros de las Azores, o a unos 2250 kilómetros al este de la costa este de EE.UU., con vientos máximos sostenidos de 64 km/h a las 11:00 a. m. hora de Miami de este martes.
Se pronostica que la tormenta se desplazará hacia el noreste a 27 km/h y no representa una amenaza para tierra firme. No hay alertas costeras vigentes, y se prevé que Andrea se disipe el miércoles.
“Andrea será una tormenta tropical de corta duración”, declaró el Centro Nacional de Huracanes en un foro de pronósticos en línea.
Andrea se formó inusualmente más al norte y al este en comparación con tormentas con nombre anteriores, sobre una zona de aguas oceánicas más cálidas de lo normal.
La temporada de huracanes del Atlántico de 2025 ha tenido un comienzo lento, con la primera tormenta con nombre formándose, en promedio, alrededor del 20 de junio. Los principales factores que impiden la formación de tormentas en el Atlántico actualmente son el viento, las temperaturas del océano y, en particular, el polvo sahariano.
Las tormentas tropicales necesitan aire cálido y húmedo para formarse, así como aguas oceánicas cálidas para generar energía. El polvo sahariano tiende a inhibir la formación de tormentas al transportar aire seco y reflejar la luz solar entrante, lo que provoca una disminución de la temperatura superficial del mar.
A pesar del comienzo más lento, especialmente en comparación con temporadas recientes inusualmente activas, se espera que la temporada de huracanes del Atlántico de 2025 sea superior a la media.
El pronóstico estacional de la NOAA prevé hasta 10 huracanes, cuando una temporada promedio registraría siete. Se proyecta que entre tres y cinco de estas tormentas serán huracanes mayores de categoría 3 o superior.
No se cree que el cambio climático esté incrementando el número de tormentas del Atlántico cada temporada, pero sí está haciendo que las que se forman produzcan lluvias más intensas y experimenten episodios más frecuentes y extremos de rápida intensificación.