Este avance, publicado el pasado 22 de mayo de 2025 en la revista Cell, marca un hito en la ampliación de la percepción visual humana.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, en colaboración con científicos de la Universidad de Massachusetts, de los Estados Unidos, ha desarrollado unos innovadores lentes de contacto que permiten a los usuarios ver en la oscuridad al convertir la luz infrarroja en luz visible.
Este avance, publicado el pasado 22 de mayo de 2025 en la revista Cell, marca un hito en la ampliación de la percepción visual humana sin necesidad de dispositivos externos ni alimentación eléctrica.
¿Cómo funcionan los lentes infrarrojos?
Estas lentes, denominadas Lentes de contacto de conversión ascendente (UCL por sus siglas en inglés), funcionan mediante nanopartículas que absorben la luz infrarroja cercana, con longitudes de onda entre 800 y 1600 nanómetros y la transforman en luz visible, dentro del rango de 400 a 700 nanómetros.
Las nanopartículas están integradas en un polímero flexible y biocompatible, similar al usado en lentes de contacto convencionales, lo que garantiza su seguridad y comodidad.
Durante las pruebas con animales, los ratones equipados con estas lentes mostraron comportamientos indicativos de visión infrarroja.
Por ejemplo, cuando podían elegir entre una caja oscura y otra iluminada solo con luz infrarroja, los ratones con lentes elegían la caja oscura, mientras que los que no las usaban no mostraban preferencia.
Además, sus pupilas se contraían ante esta luz y se activaban áreas cerebrales asociadas al procesamiento visual, confirmando la eficacia del dispositivo.
En los ensayos con humanos, los participantes lograron ver señales infrarrojas intermitentes, similares al código Morse, y determinar la dirección de la fuente emisora.
¿Por qué la luz infrarroja permite ver hasta con los ojos cerrados?
De forma sorprendente, el efecto era más pronunciado con los ojos cerrados, ya que la luz infrarroja cercana penetra los párpados con mayor eficacia que la luz visible, reduciendo las interferencias visuales.
Una característica destacada de esta tecnología es su capacidad de diferenciar longitudes de onda mediante codificación por colores.
Por ejemplo, longitudes de onda de 980 nanómetros se transforman en luz azul, las de 808 nanómetros en verde y las de mil 532 nanómetrosen rojo.
Esta funcionalidad no solo amplía el espectro visible, sino que también podría beneficiar a personas con daltonismo, al convertir colores difíciles de distinguir en tonos más reconocibles.
A pesar de sus ventajas, las lentes actuales presentan limitaciones en la nitidez de las imágenes debido a la dispersión de la luz cerca de la retina.
Para solventarlo, el equipo diseñó un dispositivo portátil de vidrio basado en la misma tecnología, que mejora la resolución visual y permite distinguir caracteres iluminados con infrarrojos.
¿Cuál es el siguiente paso en el diseño de esta tecnología en infrarrojo?
El neurocientífico Tian Xue, autor principal del estudio, indicó que uno de los próximos objetivos es mejorar la resolución espacial y aumentar la sensibilidad de las lentes para detectar niveles más bajos de luz infrarroja.
Para ello, el equipo colabora con expertos en óptica y ciencia de materiales.
Las posibles aplicaciones de esta tecnología son numerosas: desde la visión mejorada en condiciones de baja visibilidad (como niebla o polvo), hasta su uso en operaciones de rescate, comunicación por señales infrarrojas, encriptación de datos o lucha contra la falsificación.
Además, podría integrarse en dispositivos inteligentes no invasivos que amplíen las capacidades humanas.
Estos lentes de contacto infrarrojos suponen un importante avance tecnológico, con potencial para transformar la forma en que las personas perciben el entorno, tanto en aplicaciones cotidianas como en contextos especializados, desde la salud hasta la seguridad y la tecnología asistiva.