Culiacán, Sinaloa.— Diputados de distintas fracciones parlamentarias en el Congreso del Estado coincidieron este jueves en que la balacera registrada el día de ayer en el penal de Aguaruto representa un hecho alarmante que pone en evidencia la urgente necesidad de replantear el funcionamiento del sistema penitenciario en Sinaloa.
La presidenta de la Junta de Coordinación Política, María Teresa Guerra Ochoa, señaló que la situación era previsible debido a las condiciones en que operan estos centros de reclusión. Consideró necesario revisar la dirección del penal y analizar el traslado de ciertos internos a centros penitenciarios federales.
Por su parte, la diputada del PRI, Paola Gárate, expresó que las autoridades deben ofrecer información clara y precisa sobre lo ocurrido, ya que, aunque se ha informado que no hubo muertos ni heridos, la magnitud de la balacera indica lo contrario. Se decomisaron armas de alto calibre y se encontraron vehículos abandonados, uno de ellos con blindaje, en los alrededores del penal.
El diputado del PAN, Jorge González Flores, advirtió que esta situación no es exclusiva de los penales de Sinaloa, sino que forma parte de una problemática nacional que requiere una revisión profunda del sistema penitenciario en todo el país.
El coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde, Rodolfo Valenzuela, agregó que las condiciones de infraestructura tampoco son las adecuadas para albergar a un número tan elevado de reclusos. Además, consideró que debe evaluarse incluso la posibilidad de reubicar el Centro Penitenciario de Aguaruto, ya que su ubicación actual lo mantiene en medio de la población, lo que representa un riesgo adicional.
Por su parte, el diputado de Movimiento Ciudadano, Sergio Torres Félix, criticó el desempeño del secretario de Seguridad Pública estatal, Oscar Rentería Schazarino, al señalar que no ha cumplido con los compromisos hechos en reuniones anteriores con integrantes del Congreso. Afirmó que no asistirá a la nueva reunión que se ha convocado con el funcionario, al considerar que se trata de un ejercicio estéril, sin resultados tangibles, y que hasta ahora solo ha quedado en discursos sin acciones concretas para mejorar las condiciones de seguridad en Sinaloa.