Descubre cómo el sexo oral puede afectar tu salud bucal y aprende a protegerte de posibles riesgos
Normalmente cuando se habla del sexo oral, es raro que se mencione lo que llega a ocurrir en tu boca después de practicar sexo oral, pero es algo muy importante cuando se trata de salud sexual. Aunque esta práctica es común y muchas veces se considera segura de bajo riesgo, conocer cómo puede afectar tu boca puede hacer la diferencia entre una experiencia placentera y una complicación inesperada.
Una de las primeras cosas a tomar en cuenta es que, el sexo oral sí puede implicar un riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), aunque mucho menor que en otras prácticas. Infecciones como herpes, gonorrea, clamidia, sífilis e incluso el VPH pueden transmitirse por contacto oral-genital. Y aunque algunas pueden no mostrar síntomas visibles, eso no significa que no estén presentes.
Además, si tienes llagas, encías inflamadas o pequeñas heridas en la boca, tu boca puede estar más vulnerable a contraer o transmitir infecciones. Estas pequeñas heridas actúan como una puerta de entrada para bacterias y virus, sobre todo si hay contacto con fluidos corporales.
Otro aspecto que a veces se pasa por alto es que el sexo oral también puede alterar temporalmente la microbiota oral. La mezcla de bacterias naturales de tu pareja con las tuyas puede afectar ese equilibrio, y en algunos casos generar irritaciones, halitosis o incluso infecciones si no se mantiene una buena rutina de higiene.
Pero no todo son malas noticias, como tal no tendrías por qué descartar esta práctica, siempre y cuando tomes en cuenta algunas precauciones. Cosas pequeñas como mantener una higiene constante, evitar cepillarte justo después del sexo oral y usar protección como condones o barreras bucales puede reducir significativamente el riesgo de ITS por sexo oral.