Se trata de una estructura de unos 30 metros de diámetro compuesta por, al menos, 45 postes de madera que fueron colocados en forma de anillo a una distancia de unos dos metros entre sí.
Durante los trabajos de construcción de un complejo de viviendas en la localidad danesa de Aars, en la península de Jutlandia, un equipo de operarios realizó un sorprendente hallazgo: una estructura de unos 30 metros de diámetro compuesta por, al menos, 45 postes de madera que fueron colocados en forma de anillo a una distancia de unos dos metros entre sí.
La forma en la que fueron dispuestos estos antiguos postes de madera hace suponer a los expertos que se trataría de un henge, una estructura de forma circular u ovalada, que guarda una enorme similitud con Stonehenge, el famoso monumento megalítico construido en la llanura de Salisbury, en Inglaterra, o Woodhenge, localizado en el condado de Wiltshire, también en Inglaterra.
Este woodhenge (círculo construido en madera), el segundo que se descubre en la zona, no se había podido identificar a través de fotografías aéreas. “Es un hallazgo extraordinario. Un testimonio del rico patrimonio arqueológico de Dinamarca y de los estrechos vínculos de los habitantes de Himmerländing con otras zonas y pueblos de Europa”, afirma Sidsel Wåhlin, conservadora del Museo Vesthimmerlands.
“Una ventana abierta al pasado”
En un principio se pensó que esta estructura, que los arqueólogos datan de entre los años 2600 y 1600 a.C., se trataba tan solo de una hilera de agujeros para colocar postes. Sin embargo, los responsables de la investigación, Andreas Bo Nielsen y la propia Sidsel Wåhlin, pronto se dieron cuenta de que aquel descubrimiento iba mucho más allá.
“Estamos entusiasmados con el descubrimiento y deseamos empezar el trabajo en profundidad del yacimiento. El círculo de madera es una ventana abierta al pasado que nos permite vislumbrar las actividades ceremoniales y rituales que llevaban a cabo nuestros antepasados”, señala Andreas Bo Nielsen.
En la actualidad, los arqueólogos investigan la posibilidad de que en Aars pudiera existir un círculo interior muy similar al de Stonehenge. Wåhlin ha señalado que estas estructuras pudieron haber servido como centros rituales relacionados con el culto al Sol y con las prácticas agrícolas de la época. “La planificación y construcción de estos monumentos sugiere una comprensión sofisticada de su importancia dentro de los marcos sociales y espirituales de las comunidades que los construyeron”, aclara la investigadora.
Este yacimiento está situado en un bosque de Dinamarca conocido por ser un lugar donde se han descubierto numerosos túmulos funerarios y varios asentamientos de finales del Neolítico. A falta de los resultados de los análisis, los arqueólogos creen que los postes eran de madera de roble. Además, los investigadores tienen previsto realizar diversas pruebas genéticas para determinar si existe algún tipo de conexión entre este henge y los que se encuentran en Reino Unido y otras partes de Europa.
“El círculo ritual de Aars parecía tener un eje similar a los de Stonehenge y Woodhenge, en Inglaterra. Comparten las mismas visiones del mundo en áreas a gran escala sobre las prácticas agrícolas y sobre cómo la sociedad se conectaba con lo sobrenatural. Para decidir hacer un monumento tan específico hay que entender lo que todo esto significa y cómo planificarlo”, finaliza Sidsel Wåhlin.