Culiacán, Sinaloa.- Una persona con baja autoestima no reconoce su talento, tiene inseguridad de sí misma, se mantiene aislada, es influenciable, es irritable y no tolera críticas, pero quien tiene autoestima establece mejores relaciones, es firme con sus compromisos, tiene claro sus objetivos y tiene confianza en lo que emprende, lo que le hace innovar.
Estos conceptos los expresó el diputado Eligio López Portillo, presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado, durante charla que ofreció al personal de la Auditoría Superior del Estado (ASE), la cual tituló “La autoestima para el desarrollo laboral” y ofreció en el Salón Constituyentes de 1917.
También asistió la titular de la ASE, Emma Guadalupe Félix Rivera, quien ubicó al diputado Eligio López como un experto en el tema de la autoestima. Y además le entregó un reconocimiento por su exposición.
En su charla, el diputado López Portillo, quien es médico de profesión, resaltó en todo momento que la autoestima se genera en el hogar e inicia en el seno materno, ya que una persona desde antes de nacer escucha y siente lo que dicen sus padres, y sobre todo asimila las emociones de la madre.
En particular resaltó el rol de la madre en la formación de los hijos, ya que son las que enseñan el amor por la vida, impulsan el sueño de crecer, en tanto que el padre da seguridad por ser proveedor.
Incluso, resaltó, ante la ausencia del padre, la madre asume también ese rol de proveedora, lo que demuestra su gran capacidad para sacar adelante a los hijos.
El presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso del Estado resaltó también que en todas las empresas y en todas las oficinas gubernamentales las personas son el capital más importante que se tiene.
En este sentido aseguró que en la medida en que se tengan personas con buena autoestima se vuelven facilitadoras de todo lo que se hace.
Cuando se tienen compañeros y compañeras de trabajo con una actitud positiva, que siempre tienen disposición para hacer lo que haya que hacer, que no están pendientes de la hora de salida, entonces hay un clima laboral de crecimiento y sin límites, dijo.
Precisó que la autoestima es la valoración de lo que uno tiene, lo que logra, lo que puede hacer para que las demás personas crezcan.
La autoestima, añadió, es la percepción emocional profunda que las personas tienen de sí mismas; es estar dispuestos a vernos a nosotros mismos como seres capaces de enfrentarnos a los desafíos y merecedores de felicidad, además de que es generadora de autonomía y responsabilidad.
Un ser humano, dijo, no puede esperar realizarse en todo su potencial sin una sana autoestima; tampoco puede hacerlo una sociedad cuyos miembros no se valoran a sí mismos.
El trabajo no se debe ver como algo pesado, porque entonces ello implica que se tiene una mala percepción del autodesarrollo, y de cómo esté la autoestima va a depender el rendimiento y la productividad, añadió.
Asimismo, dijo, una persona con buena autoestima es capaz de afrontar los fracasos, reacciona con fuerza superando los obstáculos y es poco propensa al desaliento prolongado.
En cambio, señaló, una persona con una baja autoestima está en desventaja para enfrentarse a las elecciones y opciones que presenta la vida.
“Luchar por la autoestima es la conquista de la integridad personal”, sostuvo.