Investigaciones oficiales del gobierno estadunidense descubrieron cómo funciona la compra-venta de los llamados precursores químicos.
El gobierno de Estados Unidos tiene en el radar a una red de empresas asiáticas que venden a los cárteles de la droga mexicanos sustancias para la elaboración de opioides sintéticos, como la metanfetamina.
Investigaciones oficiales del gobierno estadunidense, del sector privado y académicos, recopilados en su reporte de este mes del Modern War Institute, de la academia militar de West Point, muestran cómo funciona la compra-venta de los llamados precursores.
Los químicos son adquiridos por los cárteles con criptomonedas desde México, que luego son enviados a través de empresas de paquetería etiquetados de forma incorrecta para evadir su detección.
Según el reporte, se tiene identificado que en México el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se encarga de recibir los cargamentos y procesarlos.
En el informe de tres partes La Crisis Nacional del Fentanilo en un Contexto Estratégico, elaborado por Nicholas Dockery, oficial de la Academia Militar e investigador en el Modern War Institute, se describe este complejo esquema y se señala al gobierno de China y al Partido Comunista de evitar frenar la distribución de fentanilo y sus vínculos con el crimen organizado, lo que obstaculiza los esfuerzos internacionales para procesar a los narcotraficantes chinos conocidos.
Ingresos
Para el pago, usualmente se utiliza Bitcoin o cualquier otra criptomoneda, y para el envío son empleadas empresas de paquetería convencionales. Y para el trasiego, se etiquetan de forma incorrecta los envíos de fentanilo, sus análogos, productos químicos precursores y prensas de pastillas.
El reporte incluye informes de la DEA que indican que todo el fentanilo que entra en los puertos mexicanos ingresó por un mal etiquetado. En la mayoría de los casos, los delincuentes desvían productos químicos farmacéuticos legítimos, y un caso común es que sean disfrazados de alimento para mascotas y envases de pan, lo que crea dificultades para su detección.
Los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo también son empleados para la elaboración de productos farmacéuticos, perfumes, cauchos y tintes, por lo que restringir su comercio afectaría a otras industrias.
Los vendedores
El reporte describe cómo una decena de empresas —con el apoyo directo o indirecto del gobierno chino— están involucradas en el comercio global de sustancias controladas, y cita una investigación del Centro de Terrorismo, Crimen Transnacional y Corrupción (TraCCC) de la Escuela de Política y Gobierno Schar de la Universidad George Mason en Virginia.
La investigación rastreó las empresas chinas que se publicitan en Internet y las rutas de envío globales de los productos de fentanilo, detectando al menos 43 transacciones a diferentes países. Examinó más de 350 sitios web que ofrecen fentanilo en plataformas web alojadas en China, y reveló que el 40 por ciento de los sitios tienen enlaces a empresas legales, con estímulos del mismo gobierno chino.
El ejemplo está en Shanghai Ruizheng Chemical —una subsidiaria del Richest Group—. Conocida por sus productos de fentanilo en sitios web chinos como Alibaba, lleva a cabo investigación, desarrollo y señalada en el tráfico ilícito de drogas, de acuerdo con el mismo Departamento de Estado.
Pero el distrito Minhang de Shanghái anunció su apoyo a Shanghai Ruizheng Chemical Technology, a través de un proyecto de comercio exterior para impulsar las exportaciones con créditos, alineado con las políticas del Partido Comunista en aras de apoyar a las empresas nacionales.
Shanghai Ruizheng Chemical Technology opera instalaciones de producción en las provincias de Shandong, Hebei y Hubei. En esta última se ubican las empresas Hubei Xianning y Hubei Vast Chemical, vinculadas a la producción de precursores y relacionadas con la organización criminal conocida como El Sindicato, que lidera Du Changgen.
El Sindicato abastece a narcotraficantes en América, vendedores de la red oscura, lavadores de dinero y organizaciones criminales en Canadá, Estados Unidos y México, para el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Es responsable de la fabricación y distribución de grandes cantidades de fentanilo, nitazenes, metanfetamina, precursores de MDMA y otros productos químicos ilícitos utilizados para la producción, de acuerdo con el Departamento de Estado.
El pago se realiza en criptomonedas desde América, principalmente en Bitcoins. Se procede con el blanqueo en China, en la producción de los químicos, el etiquetado y venta en México.
México: “Una ceguera deliberada al servicio de la guerra asimétrica”
El reporte alerta de las deficiencias en la colaboración oficial de la República Popular de China con el gobierno mexicano para abordar el tráfico de fentanilo y precursores de opioides sintéticos. Mientras China se absuelve de la responsabilidad compartida, argumentando que las autoridades mexicanas deben gestionar la aplicación de la ley.
El aumento de la participación criminal china en México, incluido el lavado de dinero, el contrabando y el comercio de productos de vida silvestre para precursores de drogas, indica un problema creciente.
Sin embargo, “no está claro si la deficiencia colaborativa de China es una ceguera deliberada al servicio de la guerra asimétrica, pero estos grupos criminales tienen vínculos significativos con el Partido Comunista Chino”, señala el reporte.