La hemorragia de tubo digestivo alto no variceal (HDANV) es una emergencia médica frecuente que se asocia a una considerable morbilidad y mortalidad, convirtiéndose en un reto para los gastroenterólogos y los endoscopistas, sin embargo, en los últimos años se han producido significativos avances en el tratamiento de la misma, que ha podido disminuir las complicaciones de sus pacientes.
“Una hemorragia de tubo digestivo alto es aquella que se origina en un sitio proximal al ligamento de treitz, o sea, de la segunda porción del duodeno hacia arriba, el cual puede tener muchos orígenes: el esófago, estómago o la primera porción del duodeno”.
Lo anterior lo dio a conocer el Médico Especialista en Gastroenterología del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), el doctor José Luis Tamayo de la Cuesta, quien mencionó que esta es considerada una emergencia ya que puede dar origen a un choque hipovolémico, es decir perder gran parte del volumen sanguíneo corporal total.
“Es una urgencia como cualquier hemorragia de cualquier origen sin embargo aquí tenemos que hacer procedimientos de diagnóstico y sobre todo de hemostasia, o sea, de tratar de parar la hemorragia, pero como es interna, tiene que ser a través de un procedimiento endoscópico”, resaltó.
Señaló que, con el paso del tiempo, se han producido importantes avances en la hemostasia endoscópica, lo que ha sido motivo de actualización de las guías clínicas a nivel mundial sobre el manejo de la HTDANV, tales como hemoclips, métodos térmicos además de los mecánicos, así como de primera línea los inyectables, entre otros más.
“Yo creo que la ventaja más importante, el mensaje más importante es que a pesar de estos nuevos avances en medicina en el cuidado crítico de estos pacientes en la tecnología endoscópica, lo más importante es contar con el personal o equipo adecuado para que podamos atender adecuadamente al paciente y trabajar de manera coordinada”, precisó.