Todo se va a mover este 2025, si alguien considera que no será así, está perdiendo el sentido de orientación, y es un aspecto peligroso.
En el centro de la disputa debe estar el fin de las federaciones oligárquicas y las monarquías ante la consolidación de las repúblicas, pero el centro de la gravedad geopolítica no está ahí.
Lo que tendremos son los apetitos desatados de la oligarquía y las purgas internas de sus conflictos, no la lucha por los ideales, sino las guerras de contención de los sueños de clase.
Hace tiempo que se perdió la visión de un escenario total administrado por idealista o utópico, se ha situado la experiencia en desastre, porque se ha de instaurar la propaganda en ese sitio, pero poco a poco los muros de la falsa “cordura” se derrumban, los conservadores se atrincheran en el fascismo, en el sionismo y en el porfiriato, pero sus tesis son el pasado.
El Gobierno del Pueblo no acepta caminos a medias como las federaciones o hipocresías de monarquías parlamentarias.
Toda la violencia desatada desde el Siglo XIX contra el Gobierno del Pueblo, incluso las posiciones más “radicales” de los Soviets terminaron siendo instrumentos de la burocracia, por eso fueron derrotados por el capitalismo realmente existente.
El derrumbe de la URSS parió a Putin y el derrumbe de EEUU a Joe Baiden y a Trump.
Salieron al paso sus oligarcas y hoy tenemos en la geopolítica mundial a los comentaristas de la nota rosa hablando en las tertulias en las monarquías y las federaciones.
Francia se ha contagiado de lo mismo que Inglaterra terminando en cuentos de princesas, sin guillotina.
En las repúblicas no hay debate por tus preferencias sexuales o conflictos existenciales, salvo en aquellas como La Argentina, que se dejó impactar por la moda de George Soros los “Progres” pariendo a un subnormal como Javier Milei, pero en el resto se ha entendido que ese camino solo pare a los Idiotas, aquí es ¡Un Ciudadano, un Voto! Lo que da la ventaja para la estabilidad política y la gobernabilidad.