Esta pieza histórica sigue siendo un testimonio de la evolución temprana del cristianismo y la manera en que, incluso en tiempos de persecución, la fe en Jesús como Dios perduró y se consolidó.
ISRAEL-. En un descubrimiento reciente, un mosaico de Megiddo, datado alrededor del año 230 d.C., ha revelado la inscripción más antigua conocida que se refiere explícitamente a Jesús como Dios.
Las marcas de la fe en la historia se hacen visibles
Encontrado en uno de los salones de oración cristianos más antiguos cerca de Megiddo, en Israel, este mosaico ofrece una visión profunda sobre las primeras creencias cristianas.
La inscripción, escrita en griego antiguo, está dedicada por una mujer llamada Akeptous, quien declara: “La devota Akeptous ha ofrecido la mesa a Dios Jesucristo como memorial”.
Este memorial probablemente hace referencia a un altar utilizado en los primeros cultos cristianos, especialmente en la Eucaristía, un acto central de la liturgia cristiana.
El mosaico, adornado con diseños geométricos y símbolos de peces, también menciona a otros benefactores, como el centurión romano Gaianus, quien contribuyó a su construcción.
Aunque la comunidad cristiana primitiva enfrentaba persecución por parte del Imperio Romano, este artefacto ilustra la fe y devoción de aquellos primeros cristianos, mostrando cómo su creencia en Jesús como divinidad estaba enraizada en su vida cotidiana.
El mosaico de Megiddo no solo es el más antiguo en su tipo, sino que ofrece una visión invaluable de cómo los primeros cristianos rendían culto y se organizaban en un contexto de adversidad.
Esta pieza histórica sigue siendo un testimonio de la evolución temprana del cristianismo y la manera en que, incluso en tiempos de persecución, la fe en Jesús como Dios perduró y se consolidó.