La comisión nacional de salud mental y adicciones advirtió que las drogas son probadas a edades más tempranas, provocando daños irreversibles
Además de que su consumo se realiza a edades más tempranas, las consultas para atender su impacto negativo ocupan el primer lugar de solicitud en los servicios médicos, reveló en entrevista con Excélsior Juan Manuel Quijada, titular de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
“Ha aumentado de manera creciente en los últimos 10 años, pero en los últimos 4 años lo que hemos visto es que ha aumentado la petición de consulta por síntomas o por daños secundarios al consumo de metanfetaminas”
“Es decir, en el consumo de metanfetaminas de manera consistente, deben pasar unos seis o siete meses para que provoque síntomas muy aparatosos como alucinaciones auditivas o visuales”
“El ver cosas, escuchar voces, esto hace que las familias busquen ayuda. Por lo que se ha convertido en la principal causa de petición a los servicios”, detalló Quijada Gaytán.
Aumenta 416% consumo de metanfetaminas
De acuerdo a la publicación realizada en el mes de junio por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones de la Conasama, de 2013 a 2023, el uso de metanfetaminas se incrementó en 416 por ciento.
Tan sólo el año pasado se atendió a 179 mil 342 personas por uso de sustancias, de ellas, el 49.1 por ciento solicitó tratamiento por el consumo de drogas sintéticas.
En orden descendente, la atención por el uso de alcohol fue de 21.8%; de marihuana, 13.3% y de cocaína, 6.8%.
Fentanilo no es un problema de salud pública
El Comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones señaló que, aunque actualmente el consumo de fentanilo no representa un problema de salud pública, se trabaja para evitar que su uso se incremente.
Añadió que, durante 2023, el sector salud otorgó 519 atenciones médicas a personas que usaron fentanilo, cuyo consumo está focalizado en ciudades de Baja California, Sonora y Tamaulipas.
“No representa un problema de salud pública, no representa un problema grave. Pero un solo caso es digno de atención y de procuración de salud para quien lo demande. Por tanto, se debe hacer trabajo de prevención para que no llegue a ser un problema de salud pública”, sostuvo.
Efectos a largo plazo en el consumo de drogas
Juan Manuel Quijada enfatizó que cuando un niño, joven o adolescente consume algún tipo de droga, va a sufrir daños irreversibles en su salud, ya que el cerebro termina su desarrollo entre los 21 y 23 años.
Explicó que el impacto negativo de las drogas en el sistema nervioso central, dependerá de la edad de inicio, la cantidad y la frecuencia de consumo, así como el estado general de salud de cada persona.
Añadió que la problemática se agrava porque generalmente una persona que ya tiene una adicción, no solo consume una sustancia y por tanto mezcla drogas.
“Le voy a poner un ejemplo. Si una persona dejó de consumir a los 30 años y empezó a los 16 años probablemente los daños sean irreversibles”
“¿En qué partes? En general en todo el desarrollo cerebral. Llegan a tener fallas cognitivas, afectaciones de la memoria, de la atención y en el control de impulsos”
“Pero si hablamos del consumo de opioides, además de las afectaciones cerebrales, se reduce la esperanza de vida”, detalló el titular de la Conasama.