Marco Alonso Verde Álvarez pelea el martes por la tarde en semifinales para avanzar hacia la ansiada medalla de oro para México en el boxeo olímpico de París.
Sabemos que ya tiene asegurada la medalla de bronce como mínimo, pero para mí en lo personal es favorito para obtener el anhelado campeonato olímpico en su categoría por varios factores.
Solamente tiene como enemigo la misma circunstancia perturbadora que su contrincante Lewis Richardson y es la presión social de su país por la ansiada presea dorada olímpica.
En México y Gran Bretaña tienen tradición boxística. Marco Verde va por México, por Sinaloa y por la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Desde Sydney 2000 los ingleses han obtenido por lo menos una medalla en los últimos siete Juegos Olímpicos y Richardson fue el único que pudo mantener la racha pues todos los demás miembros del quinteto del equipo han sido eliminados.
Richardson fue el último británico en pie en el boxeo y si hubiera perdido en semifinales, el equipo habría abandonado unos Juegos Olímpicos sin medalla por primera vez desde 1996. No obstante, ya tiene asegurada la medalla de bronce y es la esperanza del oro para Gran Bretaña.
A partir de 1970, el Comité Olímpico Internacional (COI) suprimió el combate por el tercer lugar en boxeo y aceptó dar medalla de bronce a los dos peleadores que llegaran a semifinales. La medida se empezó a aplicar en Múnich 1972.
He visto pelear a Marco Verde, su contra golpeo, sus reflejos, la forma en que se mueve en el cuadrilátero, esquiva los golpes y ataca al adversario, sin duda es inteligente y goza de buena experiencia y formación.
Ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Boxeo en la categoría de 71 kg que se celebraron en Santiago, Chile a finales de 2023. Su padre Manuel “Sammy” Verde Ríos también fue boxeador y compitió en el evento de peso semipesado masculino en los Juegos Olímpicos de Verano de 1992. De hecho, dejó el béisbol para ponerse los guantes pero no logró llegar al medallero.
Por eso Verde nació siendo boxeador, pero inició formalmente hace diez años de la mano del reconocido entrenador Radamés Hernández Cázarez. Vive en la colonia Montuosa de Mazatlán, donde se erige el monumental San Gabriel Arcángel, a 25 metros, en la cúspide de un templo católico.
Es, pues, el favorito y viene a realizar el sueño de su padre. Nació en Mazatlán el 11 de febrero de 2002, tiene 22 años y 1.80 de estatura.
He visto pelear también a Lewis Richardson, un peleador más embarnecido que tuvo que bajar de su peso natural a esta categoría. Es fuerte, sólido y es el único británico que queda de su equipo de boxeo. Es un peleador con espíritu que, con los pronósticos en contra, dio la sorpresa al colarse a semifinales al boxear con astucia e inteligencia a peleadores más experimentados. No obstante, hay que decirlo, sus triunfos han sido por decisión dividida y el último sumamente polémico con dos jueces en contra y tres a favor.
Richardson originalmente sólo comenzó a boxear para estar en forma para el fútbol, pero ahora tiene una medalla olímpica garantizada, tras haber tenido que bajar un peso después de que su categoría preferida fuera eliminada del programa olímpico. Ganó una medalla de plata en el Campeonato Europeo de Boxeo Aficionado de 2022, en el peso medio, es decir, en los 75 kilogramos. Sin embargo, no tiene historia de éxito y sí al parecer antecedentes de lesiones que ha sufrido en la espalda. Además, tuvo que bajar a los 71 kilos para pelear en las Olimpiadas.
Sin embargo, a diferencia de las carencias de México, Richardson es uno de más de los mil atletas de élite que participan en el Programa de Clase Mundial financiado por la Lotería Nacional de Deportes del Reino Unido, lo que le permite entrenar a tiempo completo, tener acceso a los mejores entrenadores del mundo y beneficiarse de un apoyo médico pionero. Algo de lo que carecen los mexicanos.
Sin embargo, en el balance, con todo, es, pues, un underdog. Un boxeador que ha llegado a semifinales con los pronósticos en contra. Nació el 4 de junio de 1997 en Colchester, Reino Unido, tiene 27 años y 1.87 de estatura.
En síntesis, Marco Verde es un boxeador de calidad al que siempre se le reconocieron las posibilidades de figurar en el medallero, en cambio Richardson, sin menospreciarlo, era el miembro de la delegación británica con menos posibilidades de ganar una medalla y sigue vigente en semifinales de la categoría de los que pesan menos de 71 kilogramos.
Hay que insistir en que Richardson avanzó a semifinales al ganar por una polémica decisión dividida a uno de los favoritos: venció al jordano Zeyad Eashash, con quien Marcó Verde había tenido una ronda de sparring en su preparación antes de los olímpicos en Tailandia.
No por ser compatriota tengo un asalto de fe y pienso que si Verde boxea a Richardson con esa rapidez e inteligencia el triunfo lo tiene en la bolsa porque, aunque Richardson tiene todo en contra, no hay rival pequeño para las providencias del boxeo.
El combate está programado para el martes 6 de agosto a la 1:46 de la tarde tiempo de la Ciudad de México, es decir 46 minutos después del mediodía en Sinaloa.
De corazón ¡Marcos Verde, nuestro favorito!