Fue acusado previamente por un jurado investigador federal en Illinois por cargos de narcóticos, lavado de dinero y armas de fuego, según un comunicado del año pasado del Departamento de Justicia de EU.
Joaquín Guzmán López, hijo del exjefe del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, comparecerá este martes ante un tribunal federal de Chicago, pocos días después de que fuera puesto bajo custodia estadounidense en una sorprendente detención llena de traiciones e intrigas internacionales.
Guzmán López -conocido como uno de los “Chapitos”, o hijos de El Chapo- fue acusado previamente por un jurado investigador federal en Illinois por cargos de narcóticos, lavado de dinero y armas de fuego, según un comunicado del año pasado del Departamento de Justicia de EE.UU..
“Estoy deseando ver a Joaquín y trabajar en el caso con él”, dijo su abogado, Jeffrey Lichtman, a CNN este sábado.
La comparecencia ante el tribunal se produce después de que Guzmán López, de 38 años, e Ismael “El Mayo” Zambada, presunto cofundador del cártel, fueran detenidos este jueves por las autoridades estadounidenses en El Paso, Texas. Se enfrentan a varios cargos por dirigir presuntamente las operaciones delictivas de lo que se considera una de las operaciones de narcotráfico más poderosas y mortíferas del mundo.
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Zambada, de 76 años, se declaró inocente de todos los cargos en su primera comparecencia ante un tribunal federal este viernes por la mañana en El Paso y está detenido sin fianza por siete cargos penales federales, incluidos los de empresa criminal continuada y blanqueo de capitales. Según los documentos judiciales, está previsto que comparezca personalmente ante el mismo tribunal este jueves para una reunión sobre el estado de la causa.
Funcionarios estadounidenses encargados de hacer cumplir la ley informaron a CNN de que la detención se produjo después de que Guzmán López engañara a Zambada y orquestara su detención. Zambada pensó que los dos iban a volar al norte de México para ver propiedades inmobiliarias, pero en lugar de ello, su pequeño avión privado aterrizó al norte de la frontera, cerca de El Paso, donde las autoridades estadounidenses estaban esperando en la pista, dijeron las autoridades.
Sin embargo, el abogado de Zambada describió el incidente no como un engaño sino como un secuestro violento, dijo en una conversación telefónica y en una declaración enviada a CNN el domingo.
“Joaquín Guzmán López secuestró por la fuerza a mi cliente. Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres con uniforme militar y Joaquín. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza”, dijo el abogado Frank Pérez en un comunicado.
“Luego lo metieron en la parte trasera de una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí le obligaron a subir a un avión, con las piernas atadas al asiento por Joaquín, y lo llevaron a Estados Unidos contra su voluntad. Las únicas personas que viajaban en el avión eran el piloto, Joaquín y mi cliente”.
El presidente de México pidió a Estados Unidos que explique qué ocurrió exactamente.
“El Gobierno de Estados Unidos tiene que dar un informe completo. No pueden ser solo declaraciones generales”, dijo el viernes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Tiene que haber transparencia”.
En una conferencia de prensa este lunes, dijo que se debe confiar en México.
“No vamos a ocultar nada. Nada. Debe haber confianza en nosotros de que no establecemos relaciones de complicidad con nadie en México ni en el extranjero. Y la gente debe saberlo”, dijo.
Se cree que el cártel, una de las organizaciones de narcotraficantes más poderosas del mundo, es responsable del tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos. La jefa de la Administración de Control de Drogas de EE.UU., Anne Milgram, declaró que las detenciones golpean “el corazón del cártel responsable de la mayoría de las drogas, entre ellas el fentanilo y la metanfetamina, que matan a estadounidenses de costa a costa”.
Una fuente policial familiarizada con la situación declaró a la CNN que los funcionarios estadounidenses dudaban en informar con antelación a sus homólogos mexicanos por temor a que la operación pudiera verse comprometida. Los detalles de la operación también fueron muy restringidos dentro del Gobierno de EE.UU. hasta que Zambada y Guzmán López fueron puestos bajo custodia, dijo la fuente.
Breve historia del cártel y de sus dirigentes
El cártel de Sinaloa fue fundado a finales de la década de 1980 y liderado por El Chapo, que se fugó dos veces de prisiones en México antes de ser nuevamente detenido por las autoridades mexicanas en 2016.
Se culpa al cártel de desempeñar un papel clave en la guerra contra el narcotráfico que asoló México durante años, dejando decenas de miles de muertos, así como de contribuir a los altos niveles de violencia que se registran actualmente en todo el país.
A principios de la década de 2010 se calculaba que el cártel controlaba entre el 40% y el 60% del tráfico de drogas en México, con unos ingresos anuales de hasta US$ 3.000 millones, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU.
El Chapo fue extraditado a Estados Unidos en 2017 y condenado por participar en una empresa criminal continuada, tráfico de drogas, blanqueo de dinero y conspiración para cometer asesinato. Cumple cadena perpetua en una prisión federal estadounidense.
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Desde entonces, los expertos creen que el cártel se enfrentó a varios retos tras dividirse en facciones -incluidas algunas lideradas por los hijos de Zambada y Guzmán- y con el surgimiento de cárteles rivales.
El director del FBI, Christopher Wray, dijo que tanto Zambada como Guzmán López habían “eludido a las fuerzas del orden durante décadas”.
Zambada fue acusado por un jurado investigador del norte de Illinois en 2009, según el Departamento de Estado de EE.UU., y se enfrenta a varios cargos penales. En 2021, Estados Unidos aumentó a US$ 15 millones la recompensa por información que condujera a su detención.
“Ismael Mario Zambada García es el líder desde hace mucho tiempo de la facción Zambada García del cártel de Sinaloa”, según el Departamento de Estado estadounidense. “Zambada García es único en el sentido de que pasó toda su vida adulta como un importante narcotraficante internacional, sin embargo, nunca ha pasado un día en la cárcel”.
Mientras tanto, los hijos de El Chapo están acusados de haber “transportado repetida y consistentemente cantidades letales de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo”, dijo el Departamento de Justicia el año pasado.
El hijo de Zambada, Vicente Zambada Niebla, admitió durante su testimonio en el juicio de Guzmán en 2018 haber pasado órdenes de asesinatos y secuestros. Fue condenado a 15 años de prisión en 2019 por un juez federal de Chicago. Comenzó a cooperar con el Gobierno de Estados Unidos en 2011, dijeron los fiscales en una presentación de mayo de 2019.