El mercado de medicamentos orales para bajar de peso enfrenta obstáculos, y es poco probable que elimine por completo la necesidad de las inyecciones

La competencia en la carrera para entrar en el lucrativo mercado de medicamentos para adelgazar se intensifica a medida que rivales como Roche, Eli Lilly, Novo Nordisk y Pfizer desarrollan medicamentos orales que ayudan a las personas a perder peso sin una inyección, una bendición en la lucha contra la obesidad pero un hito que, según los expertos, enfrenta obstáculos y es poco probable que elimine por completo la necesidad de las inyecciones.

Las inyecciones de gran éxito como Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound (nombres comerciales de los medicamentos semaglutida y tirzepatida) pertenecen a una clase en auge de medicamentos conocidos como agonistas de GLP-1, que imitan la acción de una hormona involucrada en la regulación del azúcar en sangre y el apetito llamada péptido similar al glucagón-1.

Los medicamentos elaborados a partir de péptidos y proteínas (que son esencialmente péptidos muy grandes) casi siempre se administran como inyecciones porque las enzimas del intestino los descomponen fácilmente y no ingresan al torrente sanguíneo con facilidad, en particular cuando son grandes.

“A menos que se pueda prevenir el proceso de degradación y también mejorar la absorción de la proteína, hay obstáculos para obtener niveles útiles del fármaco”, dijo a Forbes el endocrinólogo de la Universidad de Toronto Daniel Drucker, y agregó que “el 99% de todas las terapias proteicas”, como la insulina, son inyectables.

Si bien puede ser un desafío encontrar una fórmula que funcione tan bien como una inyectable, es posible hacerlo: Novo ya comercializa Rybelsus, una forma de píldora de semaglutida (el fármaco dentro de Wegovy y Ozempic) para la diabetes, y empresas como Lilly y Pfizer están avanzando en agonistas de GLP-1 de moléculas pequeñas como orforglipron y danuglipron que se pueden administrar por vía oral y parecen rivalizar con la pérdida de peso lograda con inyecciones que ya están en el mercado.

Laura Davisson, directora del programa de control de peso médico de la Universidad de Virginia Occidental, declaró a Forbes que las pastillas para bajar de peso pueden no ser para todos, y explicó que la adherencia tiende a disminuir con la frecuencia de las dosis (especialmente si es necesario tomarlas más de una vez al día) y que las limitaciones o restricciones dietéticas, como tener que tomarlas con el estómago vacío, pueden reducir aún más el atractivo de un medicamento.

Al final, “algunas personas pueden preferir una dosis semanal, incluso si es inyectable”, comentó Eduardo Grunvald, profesor y director del programa de control de peso de University of California San Diego Health.

Los datos de los ensayos clínicos sugieren que los fármacos orales se comparan favorablemente con los medicamentos inyectables para bajar de peso y podrían ofrecer un grado similar de pérdida de peso con un conjunto similar de efectos secundarios. 

Es posible que las empresas que los desarrollen opten por grados menores de pérdida de peso para mitigar los efectos secundarios o por esquemas de dosificación más de una vez al día necesarios para superar las dificultades para que el fármaco llegue al torrente sanguíneo. 

Incluso si una pastilla es menos eficaz para producir pérdida de peso que los inyectables disponibles, aún encontrará un mercado. “Necesitamos todas las herramientas que podamos conseguir para tratar la obesidad”, puntualizó Davisson, y añadió que “un medicamento que tiene una característica única, como ser oral, aún sería útil, incluso si es menos eficaz en términos de pérdida de peso que un medicamento GLP1 inyectable”.

La medicación oral también elimina muchos de los aspectos negativos asociados con los medicamentos inyectables. Por ejemplo, las plumas inyectoras pueden aumentar los costos de fabricación y a menudo deben refrigerarse, lo que puede limitar el acceso.

Si bien a muchos pacientes no les importan los inyectores tipo pluma, el endocrinólogo de Stanford Sun Kim manifestó a Forbes que “las inyecciones pueden ser muy desalentadoras para otros pacientes” y estos pacientes podrían beneficiarse de tener una opción oral.

¿Cuándo estarán disponibles las pastillas para adelgazar?

Es probable que las píldoras para bajar de peso tarden años en aparecer, dado el largo proceso de prueba de los medicamentos.

Novo Nordisk, fabricante de Ozempic y Wegovy, lleva la delantera en lo que se refiere a sacar al mercado un fármaco oral para adelgazar. El gigante danés es el fabricante del único fármaco oral autorizado para el tratamiento del GLP-1, Rybelsus, y tiene una considerable ventaja de pionero a la hora de conseguir la aprobación para otra enfermedad.

Novo no puede lanzar el fármaco como píldora para adelgazar sin arriesgar su posición de líder con sus superventas para la diabetes y la pérdida de peso Ozempic y Wegovy. Rybelsus es simplemente una formulación oral del mismo fármaco, semaglutida, y la farmacéutica ya no está produciendo lo suficiente para satisfacer la demanda. 

El problema se agrava con la dosificación, ya que la versión oral requiere mucho más del ingrediente activo que la versión inyectable. Novo ya retrasó la petición a los reguladores de que aprueben el fármaco para la pérdida de peso y está realizando ensayos clínicos para probar una versión de dosis más baja que utiliza menos semaglutida.