Para los jóvenes que están iniciando sus carreras profesionales, es crucial entender la señales de alerta, las causas y las formas de superar esta adicción
En un mundo cada vez más competitivo y exigente, el trabajo puede pasar de ser una actividad gratificante a convertirse en una adicción. Este fenómeno, conocido por el término inglés “Workaholism”, afecta a muchas personas alrededor del mundo. Para los jóvenes que están iniciando sus carreras profesionales, es crucial entender la señales de alerta, las causas y las formas de prevenir y superar esta adicción, para tener una relación sana con el trabajo y el ambiente profesional.
Sin embargo, es importante distinguir entre la pasión por el trabajo y la adicción a este. Según el psicoterapeuta David Salas, especializado en desarrollo personal y salud mental, “la primera actúa como fuerza motriz, en este caso, identificas a una persona ilusionada con su proyecto profesional. Sin embargo, la adicción es la resultante psicopatológica de un comportamiento compulsivo e incontrolable. Es como comparar la armonía con la rabia, o un día soleado y agradable con uno de tormenta eléctrica”.
A diferencia de la dedicación profesional saludable, esta adicción se caracteriza por un desequilibrio que afecta la salud física y mental de quien la padece, así como las relaciones personales. Suele caracterizarse por la necesidad incontrolable de estar ocupados y su identidad y autoestima dependen del rendimiento profesional, estando 100% ligados al desempeño laboral.
” Se identifica a una persona adicta al trabajo cuando siente la necesidad incontrolable de trabajar afectándole a su salud, vida personal y social”
David Salas, Psicoterapeuta
Las razones que llevan a alguien a convertirse en un adicto al trabajo pueden incluir factores personales, sociales y culturales. Hay quien busca la validación y autoestima a través del éxito profesional, lo que puede llevar a una obsesión por el trabajo. La cultura laboral moderna también puede afectar radicalmente, teniendo en cuenta la casi glorificación de la productividad. Algo que podemos ver, día a día, incluso, en las redes sociales.
Por otro lado, en algunas culturas, el éxito está concebido como una medida de importante valor personal, lo que puede aumentar la presión de tener un logro, un futuro mejor. En países como China, es habitual ver a los jóvenes esforzándose de forma que en occidente podríamos calificar de obsesiva, en las notas y trabajos escolares.
in embargo, en España la adicción del trabajo está ganado terreno, especialmente entre los jóvenes. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística, aproximadamente el 12% de los trabajadores españoles podrían estar sufriendo de adicción al trabajo. Un porcentaje que se ve incrementado entre los jóvenes menores de 35 años, una cifra que llega al 18%.
Según el informe, los sectores como la tecnología, las finanzas o el marketing son los más afectados, trabajos donde la competitividad y las largas jornadas laborales están a la orden del día. Algo que se ha visto agravado desde la llegada del teletrabajo en España de la mano de la pandemia por COVID-19. Desde entonces, el teletrabajo se ha instaurado como una herramienta profesional más, permitiendo que se trabaje desde cualquier parte, lo que es un arma de doble filo que ha provocado que la línea entre el trabajo y la vida personal se difuminen.
Cómo prevenir la adicción al trabajo
Prevenir la adicción al trabajo es posible mediante la adopción de estrategias saludables y la creación de un equilibrio adecuado entre la vida personal y la laboral. Es importante tener la línea clara para saber transmitirla en el trabajo. Poner límites es clave para preservar la salud mental en el ámbito laboral, por ello es importante definir unos horarios y respetarlos.
Por otro lado, a título personal, invertir tiempo en actividades que promuevan el bienestar físico y mental, como el ejercicio, la meditación o el ocio pueden ayudar a tener un equilibrio sano con el trabajo y a tener otros objetivos vitales que no tengan relación con este.
Por otra parte, hablar con un terapeuta puede ser útil para desarrollar estrategias de manejo del estrés y mejorar la salud mental. También para aprender a evitar entrar en el bucle de que el trabajo se vuelva el centro de tu vida. Aun así, hay empresas que cuentan con una cultura laboral saludable y que educa a sus empleados sobre los riesgos de la adicción al trabajo, precisamente para evitar momentos de ‘burnout’ (acabar quemados).
Una mujer joven en medio de un momento de estrés en el trabajo.
Una mujer joven en medio de un momento de estrés en el trabajo. ARNELLDMarshall
Si, por el contrario, te encuentras en una situación de adicción al trabajo, superarlo requiere un compromiso con el cambio y la adopción de nuevos hábitos más saludables. Como en todas las adicciones, lo primero es reconocerlo y buscar ayuda. Con un profesional conseguirás fijar metas laborales alcanzables y realistas para evitar la sobrecarga, además, de establecer un tiempo para cada actividad y fomentar intereses personales.
El psicoterpeuta David Salas apunta a algunas pautas para salir de la rutina y que el trabajo no lo sea todo. “Romper con aquellas rutinas fuera de nuestro ámbito laboral, como por ejemplo cambiar la ruta del trabajo a casa o realizar alguna actividad ajena a los escenarios laborales o domésticos, como hacer deporte, un paseo, un encuentro social con una amistad, adentrarse en el silencio de una biblioteca para leer, etc”.
Salas asegura que, “el beneficio que nos aportará esta desconexión es muy útil para relajar nuestra mente, desautomatizarla, para estar más dispuestos para conciliar con el sueño nocturno, actividad imprescindible para nuestra salud física y mental y para envejecer saludablemente”.
La ayuda profesional puede ser crucial para aprender a manejar la adicción y desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento. Por otro lado, la meditación y otras técnicas de mindfulness pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la concentración y el equilibrio emocional.
La adicción al trabajo es un problema serio que puede afectar profundamente la calidad de vida. Para los jóvenes profesionales, es esencial reconocer las señales de alerta y tomar medidas proactivas para prevenir y superar esta adicción. Fomentar un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal no solo mejora el bienestar general, sino que también conduce a un desempeño más sostenible y satisfactorio en el trabajo.