Néstor Pérez Salas fue detenido en noviembre por las autoridades mexicanas en Culiacán
Estados Unidos.- El presunto jefe de seguridad de los hijos del exlíder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue extraditado el sábado a Estados Unidos, informó el secretario de Justicia estadounidense Merrick Garland.
Néstor Pérez Salas, también conocido como “El Nini”, fue detenido en noviembre por las autoridades mexicanas en Culiacán, la capital de Sinaloa. Estados Unidos había ofrecido por él una recompensa de tres millones de dólares.
Garland agradeció los “extraordinarios esfuerzos” de México para detener y extraditar a Pérez Salas y dijo que El Nini “participaba en la producción y venta de fentanilo del cártel de Sinaloa, incluso en Estados Unidos”.
Además, lo consideró como “uno de los principales sicarios” de la organización criminal, “responsable del asesinato, tortura y secuestro” de todos los que suponían una amenaza para sus negocios.
Las autoridades mexicanas no hicieron comentarios públicos sobre la extradición.
Pérez Salas, de 30 años, dirigía supuestamente la seguridad de los hijos de Guzmán, conocidos por “Los Chapitos”, según los fiscales del Distrito Sur de Nueva York. Es uno de las casi dos docenas de acusados que figuran en el documento de acusación del caso de los hijos de “El Chapo”, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos.
Uno de ellos, Ovidio Guzmán López, capturado en enero de 2023, fue extraditado a Estados Unidos en septiembre pasado.
De acuerdo con la acusación estadunidense, Pérez Salas dirigía un equipo de seguridad conocido como los Ninis —el mismo apodo que tenía él—, “un grupo especialmente violento de personal de seguridad de los Chapitos” que recibieron entrenamiento de tipo militar en múltiples áreas de combate, “incluyendo guerra urbana, armas y tácticas especiales y destreza como francotiradores”.
La palabra Nini se refiere a una forma coloquial de describir a los jóvenes que ni trabajan ni estudian.
Pérez Salas participó presuntamente en la tortura de un agente federal mexicano en 2017. Él y otras personas torturaron al hombre durante dos horas, introduciéndole un sacacorchos en los músculos, arrancándoselo y colocando chiles picantes en las heridas.
Según la acusación, este grupo estaba liderado por Pérez Salas y Jorge Figueroa Benítez y eran los artífices de todo tipo de actos de violencia. Solían llevar a los rivales a ranchos propiedad de los Chapitos, en ocasiones para ejecutarlos. Otras veces esas personas servían de comida a los tigres que los Guzmán tenían como mascotas, agregaba el documento judicial.
La acusación también indicaba que mientras el cártel de Sinaloa hacía algunas pruebas de laboratorio con sus drogas, los Ninis iban más allá y las probaban directamente en personas secuestradas o adictas a quienes les inyectaban el estupefaciente hasta que sufrían una sobredosis. El documento cita un caso de 2002 en el que una mujer murió por este motivo.