A 18 años de haberse creado el proyecto de conservación de la mariposa cuatro espejos o cuatro ventanas, creado con el propósito de generar un modelo para conservar esta especie de gran simbolismo e importancia cultural para los grupos humanos ancestrales originarios del noroeste de México, como Tarahumaras, Rarámuris, Macurahue, Guarijillos, Comcáanc, Seris, Yaquis y Yoremes, se han logrado grandes resultados en este lapso, compartió Gilberto Márquez Salazar.
El maestro e investigador jubilado de la UAS y pionero de este proyecto, invitado para disertar la conferencia “Conservación de la palomilla cuatro espejos en el noroeste de México”, en el marco de la celebración por el Día de la Tierra, consideró a casi 20 años de este proyecto haber influido quizás de manera directa o indirecta con este de insecto o lepidóptero.
“Ese modelo ha servido de gran utilidad, al dar resultados con los mariposarios para tener alrededor de 14 de estos espacios en el noroeste de México; 8 en Sinaloa, 5 en Sonora y 1 en Chihuahua, impactando muchas en las comunidades originarias de estos grupos humanos que le mencioné al conocer ellos mismos el ciclo de la vida de esta palomilla, logrando hacer de los mariposarios una escuela”, comunicó.
Otro impacto de este proyecto, añadió, fue la vinculación que se dio entre los grupos originarios para aprender de las experiencias de los manejadores de los mariposarios sinaloenses, además de reunir a sus gestores. Prueba de ello fue el Primer Simposio de Mariposarios en el noroeste de México en el mes de noviembre del año pasado en Los Mochis, lo que fue un gran aliciente para compartir experiencias.
Otro logro fue el que esta palomilla se incluyera en la lista de especies en extinción en México, quedando registrada como especie amenazada, para lo cual investigadores de la Facultad de Biología se dieron a la tarea de realizar un estudio del cual participó obteniendo tales resultados, por lo que esta especie tiene un cobijo legal.
Pero el mayor logro, destacó, ha sido la gran cantidad de larvas que se han producido en estos mariposarios contribuyendo a que esta especie o mariposa no se extinga, un trabajo de profesores investigadores y alumnos, repoblando sitios de los bosques secos sinaloenses, donde se conoce que no hay presencia de la especie, que desapareció o hay muy baja población, para que continúe interactuando en estos ambientes.
En estas reflexiones a lo largo de este tiempo, no todo ha sido positivo, aún se necesitan esfuerzos para conservar y proponer estos mariposarios, donde pretende llegar bajo este proyecto a La Esperanza, Angostura y Baymena, Choix, donde viven las comunidades yoreme mayo más al sur de toda el área de su localización.
Otro de los retos, mencionó, es la colecta no sustentable que se da en los centros ceremoniales de estos grupos originarios, que bajo su desconocimiento los toman con la pupa adentro interrumpiendo el ciclo de la esta polilla, además de realizar una nueva reevaluación para conocer si la especie sigue en la categoría de amenazada, o bien, ponerla en una categoría de mayor riesgo en peligro de extinción, lo que indica que va hacia allá, por lo que habría que redoblar los esfuerzos.
Pero, añadió, un reto más es incorporar la especie a la legislación internacional que se conoce como lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza UICN, el objetivo es tener un segundo cobijo legal para la especie.
Para finalizar, dijo, que en este marco del Día de la Tierra hay mucho que reflexionar y que hacer acerca de la importancia cultural que tiene esta especie para los grupos humanos, un esfuerzo que garantice que este segmento continúe con su cultura y sus raíces, una cosmogonía importante, es decir, cómo ellos conciben el origen del universo.