Después de un año de ir y venir a los juzgados, se abre la Mesa de Diálogo en Gobernación. Un paso que requiere del compromiso de quienes se presentan a ella, por un lado el Gobernador Rubén Rocha Moya y por el otro el Encargado del Despacho de Rectoría, Robespierre Lizárraga Otero.
Estamos en el inicio de un proceso que ya lo había iniciado Jesús Madueña, como Rector de la Universidad al presentar un proyecto de Reforma para la institución, comenzando así la transformación de la Universidad, y que fue sepultado en su momento por el propio Gobernador.
Chocolatito viene y chocolatito va, pero la falta de correa de los personajes, los ha llevado a perder el rumbo.
Para la Universidad Autónoma de Sinaloa, no se trata de intentar engañar a Andrés Manuel López Obrador, con la Ley General de Educación Superior, con la autonomía, con el negocio de la acreditaciones, porque al final este juego de nueces se pierde cuando el mago no tiene la atención del engañado.
Garantizar el voto libre de los universitarios, la transición en un nuevo sexenio con mayoría de MORENA, requiere del compromiso de quienes están al frente del gobierno y de la Universidad para transitar en nuevos paradigmas, aquí hay que aprender maromas nuevas.
La mesa se ha abierto, el horizonte le pertenece al General Rafael Buelna Tenorio y a Francisco I. Madero, la Oligarquía de Sinaloa tiene que sacar las manos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, comenzar a pensar en la presencia de otros actores y compromisos con el Desarrollo Regional, porque los tiempos de la Globalización y el Neoliberalismo han terminado.
No es cercenando a la universidad como vamos a transformar la realidad, hay que ponerla al frente de los procesos de transformación de los sectores productivos, en donde la vinculación se convierte en el punto de partida central.
La mesa de diálogo no está cerrada, hay que seguir transitando en ella. Enhorabuena por Luisa María Alcalde Luján, Secretaría de Gobernación.